El no solo ha dejado en evidencia las inhumanas condiciones en la que dos jóvenes dados como desaparecidos trabajaban encerrados por sus jefes en una estructura metálica en los altos de la , sino de una red de corrupción que opera dentro de la que entrega certificados de Defensa Civil a negocios que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad a cambio de exorbitantes sumas de dinero.

Un reportaje de La Revista Sábado de ATV puso al descubierto a un disque funcionario de la Municipalidad de Lima que se encargaba de “negociar” el cobro de una coima de 50 mil soles para que los comerciantes de una galería cercana de la zona del incendio en Las Malvinas, puedan tramitar su certificado de Defensa Civil sin tener que someterse al riguroso proceso de evaluaciones técnicas y visitas inopinadas que realiza la gerencia que encabeza Mario Casaretto.

Un video de una cámara de seguridad muestra cómo opera esta mafia dentro de la Municipalidad de Lima: el pasado 1 de junio a las 11:05 horas, dos sujetos suben a las oficinas del centro comercial La Chimenea y tratan de meter un documento por debajo de la puerta pero no tienen éxito. Un detalle curioso es que no tocan primero y no hablan con nadie pero sí se las ingenian para tirar la hoja de papel sobre una ventana. Después de eso ambos parten con algo de apuro.

Segundos después sale de la mencionada oficina Marco Huamán, presidente del Conglomerado de Comerciantes de Las Malvinas – Fortunata Cisneros Nicolini, con el documento en la mano que le habían dejado. Este pertenecía a la Gerencia de Fiscalización de la Municipalidad de Lima y decía que se habían entrevistado con él. El papel tenía escrito su nombre pero con un DNI que no era el suyo, donde además se detallaba el mal estado de los puestos comerciales, como si hubieran realizado con él una inspección del predio.

Según denuncia Marco Huamán, esta es solamente una fase de la corrupción que se teje dentro de la Municipalidad de Lima, ya que en otro video que data de enero de este año, se ve a dos sujetos presentarse ante él como trabajadores de Defensa Civil y le empiezan a hablar de las deficiencias de la galería, mostrando incluso fotos de su inspección. Sin embargo, él se retira del lugar y los deja con Víctor Reyes, presidente de la galería La Chimenea, con quien comienzan a “negociar” al consultarle si contaban con la licencia que emite su gerencia.

En la conversación los “representantes” de la Municipalidad de Lima le sugieren a Víctor Reyes que “negocie” con Mario Casaretto, subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, pero este les dice que no lo conoce y que solo lo vio una vez en una reunión a la que acudieron los dirigentes de la galería. Es en este momento donde uno de los interlocutores comienza a cobrar mayor protagonismo al mostrar su inescrupulosa forma de actuar para obtener la tan ansiada coima.

En otro momento el presidente de la galería La Cochera revela que otros establecimientos sí cuentan con el certificado de Defensa Civil a pesar de estar en peores condiciones que ellos, mencionado lugares como Polvos Azules, Mesa Redonda y la misma galería Nicolini, que desde el jueves pasado es escenario de que trabajan extenuantes turnos para apagar las llamas originadas por la combustión de material inflamable que se almacenaba en el lugar.

¿Pero cómo logró la empresa JPEG Inversiones, propietaria de parte de los altos de la siniestrada galería Nicolini, obtener su certificado de Defensa Civil? La respuesta radica en el “ingeniero” Edward Miguel Horna Zegarra, la persona que sirve de intermediario para gestionar el tan preciado documento por la negociable suma de 50 mil soles –que al final de su conversación quedó en 30 mil–, monto que serviría para pagarle a las personas adecuadas en el proceso de entrega de la licencia.

Sin embargo, Víctor Reyes le explica que no pueden cubrir esa cantidad y el regateo es vergonzoso, ya que Horna Zegarra incluso plantea una especie de plan de pagos con la entrega de un adelanto de 10 mil soles que podrían obtenerse del cobro de 200 soles a cada uno de los 350 socios de la galería La Chimenea, con la promesa de entregar el resto el día que él y los ingenieros a cargo de la inspección se presenten en el lugar. Esta misma modalidad habría sido la misma que emplearon en el caso de los comerciantes de la galería Nicolini.

Mientras las familias de los dos jóvenes desaparecidos lloran por sus pérdidas, ¿dónde está el “ingeniero” Edward Miguel Horna Zegarra y sus colegas? Mario Casaretto, subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, reveló que el mencionado personaje no trabaja en el área que dirige y que nunca ha colaborado con él en el tiempo que lleva en la institución. Incluso, mencionó que Horna Zegarra ha sido procesado administrativamente por actos de corrupción y que ahora presta servicios en la base de seguridad ciudadana como vigilante.

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