Este lunes arrancaron varias de las medidas que el nuevo presidente de , , se dispone a implementar en el corto plazo. Dentro de ello, la Casa Blanca ratificó que los inmigrantes indocumentados y que posean antecedentes penales serán los primeros en ser considerados para deportación.

"Personas que pueden hacer daño o han hecho daño y tienen antecedentes criminales son el centro de la atención", dijo el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, para quien "en la actualidad la prioridad está en las personas que han hecho daño a nuestro país". Esto en alusión a esta medida, una de las promesas electorales más controvertidas en la campaña presidencial de Donald Trump.

Spicer añadió que este es solo el primer paso pues la política de deportaciones de inmigrantes ilegales de Donald Trump seguirá avanzando de forma "sistemática y metódica".

Ante una consulta sobre si Donald Trump tiene previsto firmar algún decreto borrando el beneficio del plan llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), Spicer sugirió que de inmediato no debería haber novedades al respecto. Este mecanismo fue adoptado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama y permitía regularizar la situación de inmigrantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos como menores de edad y traídos por sus padres.

A fines de 2014 Obama firmó otro decreto que permitía extender el beneficio de DACA a los padres de personas que ya habían regularizado la situación, para evitar la división de familias por la deportación, aunque los efectos de este segundo decreto fueron bloqueados por la justicia.

Durante su campaña electoral, Donald Trump prometió tolerancia cero con inmigrantes en situación irregular. Una de las propuestas estelares de su campaña fue la construcción de un muro en la frontera con México.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC