La  denegó la licencia institucional a la Universidad Privada de Ica (Upica), debido a que esta no cumple con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) y establecidas en la Ley Universitaria. Por este motivo, la casa de estudios debe iniciar un proceso de cese de actividades, con un plazo máximo de dos años.

De esta manera la Upica se convirtó en la universidad número 13 que recibió un licenciamiento denegado. Esta casa de estudios, de naturaleza societaria, fue fundada con el nombre Universidad Privada Abraham Valdelomar y recibió su autorización de funcionamiento en 1997 mediante resolución del Conafu.

A partir del 2009 adoptó el nombre Universidad Privada de Ica. A la fecha cuenta con 487 alumnos que atienden en tres programas de pregrado: Obstetricia (244 estudiantes), Derecho (165) y Contabilidad (78).

El proceso de licenciamiento de la Universidad Privada de Ica ante la Sunedu inició en febrero del 2016. La superintendencia realizó dos diligencias de actuación probatoria y dos visitas de verificación presencial, a fin de recoger evidencias del cumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC), que exige la Ley Universitaria.

También se le exigió a la universidad la presentación de un plan de adecuación (PDA). Sobre la base de toda la información recogida, el Consejo Directivo de la Sunedu consideró que la universidad no cumple con ninguna de las CBC que le son aplicables.

Las principales deficiencias encontradas son las siguientes:

-No cuenta con un proyecto institucional articulado. Se identificaron problemas en el diseño de la planificación institucional en los tres últimos años, lo cual repercute en el logro de los objetivos estratégicos institucionales y no garantiza el desarrollo de un proceso de mejora continua.

-No ha logrado ejecutar su propia planificación asociada al mantenimiento y desarrollo de infraestructura y equipamiento, y evidencia deficiencias en su ejecución presupuestal.

-No hay evidencias de que la universidad haya priorizado la asignación de recursos para el mejoramiento de su servicio educativo. Más bien, la universidad diversificó el uso de sus recursos financieros y los destinó a diversas actividades externas y de inversión no relacionadas con sus fines universitarios.

- Los docentes declarados como investigadores no cumplen con los requisitos establecidos en su normativa y no se ha acreditado su actividad. Al semestre 2019-I, la casa de estudios no contaba con docentes investigadores.

- Según los sílabos presentados existen cursos que requieren de prácticas en hospitales, pero la universidad no demostró poseer convenios para su desarrollo.

- La universidad no reguló debidamente los procesos de selección y evaluación docente, ya que los diferentes documentos entregados presentaron contradicciones e inconsistencias entre ellos.

-Tampoco cuenta con una adecuada estrategia para fortalecer las competencias docentes y no ejecuta todas las actividades que considera necesarias para la capacitación de sus profesores.

-La Upica otorgó beneficios estudiantiles (becas) que no cumplen con los criterios establecidos en su propia normativa. Asimismo, presentó inconsistencias internas en el Reglamento de Pensiones, Becas, Escalas y Apoyos Económicos para estudiantes.

- La Universidad Privada de Ica carece de mecanismos y acciones orientadas a la mejora de la inserción laboral de sus egresados. No cuenta con un diagnóstico sobre su situación actual ni con mecanismos para facilitar la realización de prácticas profesionales.

La sanción asciende a un valor total de S/ 46,106.50. Hasta la fecha, la universidad mantiene un salgo por pagar de esta sanción.

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