El transporte informal tiene muchas caras. Y no siempre es la 'combi' pirata o el colectivo en la avenida Arequipa. Algunos prefieren unir estos dos conceptos y realizar viajes interprovinciales con minivans.

En Lima hay 6,000 vehículos informales compitiendo por un lote de pasajeros para tomar las carreteras por asalto.

Estos vehículos permiten el aforo de entre 12 a 18 personas, y constituyen un método alternativo de transporte interprovincial. Bastante rápido e ilegal.

Según un reportaje de Cuarto Poder, fuera de los terminales formales del país, en plena calle, se instalan estos choferes prometiendo un viaje de tres horas, usualmente localidades de Ica, cuando en las unidades interprovinciales dura más de cuatro horas. 

Para lograr estos tiempos, pisan el acelerador a fondo. Mientras los buses formales cuentan con un límite de velocidad de 90 km/h, estos conductores informales no temen llegar a 150 km/h para cumplir con su promesa de un viaje rápido. Por tal razón, cobran S/ 50 o S/ 70.

Por otro lado, para evitar la fiscalización en las carreteras, se valen de diversas artimañas, que van desde ocultar la placa hasta colocar lunas polarizadas.

Un conductor, por ejemplo, retiró la matrícula del vehículo antes de ser intervenido por agentes de la y la escondió dentro de su pantalón.

Otro chofer pegó cintas adhesivas para ocultar la tercera placa, ubicada en la luna frontal del vehículo. Incluso falsificó la matrícula utilizando stickers y cartón.

Además, esconden a los pasajeros. Un chofer colocó lunas polarizadas, mientras otro decidió cerrar las cortinas para hacer creer a los inspectores que transportaba objetos.

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