Vigilante confesó que estranguló a joven madre en exclusivo edificio multifamiliar de Surco
Vigilante confesó que estranguló a joven madre en exclusivo edificio multifamiliar de Surco

Imágenes inéditas y exclusivas de las cámaras de seguridad permitieron a la reconstruir las últimas horas con vida de Emily Yhessenia Monja Pacheco (26), porque no se dejó violar al interior de un lujoso departamento alquilado por unos colombianos en el edificio multifamiliar ‘Beyond’, ubicado en la cuadra 7 de la avenida Manuel Holguín, en .

Esta es la secuencia de los hechos en esta historia policial: las primeras tomas muestran a José María Málaga Morla (20), quien viste de manera formal, acercándose a la recepción del edificio en el que él trabajaba como conserje y conversa con alguien. Tras unos segundos de intercambiar palabras se despiden y al homicida se le ve muy entusiasmado, sin imaginar lo que estaba a punto de ocurrir.

José María Málaga Morla vuelve a aparecer en escena impaciente, ya que le esperaba una noche de diversión. Dos horas más tarde, el conserje vuelve a entrar en escena vistiendo una polera con capucha y acompañado de dos personas: son los ciudadanos colombianos con los que se iba a ir de fiesta esa noche. Los tres salen del edificio y abordan un taxi con destino a la Calle de Las Pizzas, en Miraflores, y regresan al edificio a las 5:39 a.m.

Una cámara de seguridad del edificio ubicado en la cuadra 7 de la avenida Manuel Holguín, en Surco, logra registrar a José María Málaga Morla, a uno de los colombianos y a Emily Yhessenia Monja Pacheco, quien iba de la mano con el que se convertiría en su homicida. Otra cámara capta a los tres abordando el ascensor rumbo al departamento 1704 de la torre B que alquilaron los colombianos hace un año.

Estas mismas cámaras también registraron la fuga del asesino. A las 10:18 de la mañana José María Málaga Morla sale del ascensor vistiendo un polo oscuro y con una prenda de vestir en la mano. Se le ve nervioso y con prisa. En el trayecto se cruza con el otro portero del edificio y abandona apurado el lugar. Unos segundos después aparece uno de los colombianos que lo había acompañaba la noche anterior y le siguió los pasos al percatarse de lo ocurrido.

El colombiano va con el torso desnudo preguntando por José María Málaga Morla y pide que lo ayuden a ubicarlo. Alguien avisa que aún está cerca del lugar y el extranjero va a darle el encuentro, impidiendo que fugara y abandone a la joven madre que asesinó para que otros respondan por su crimen. Acorralado por las evidencias y por estas imágenes, .

“Ella me agredió, se puso histérica, perdí el control. La cogí del cuello, la tiré al sofá. Me pidió por su vida, pero yo me sentí tan extasiado, o sea, un placer interno, que no podía detenerme”, dijo José María Málaga Morla ante la Policía Nacional, que lo acusará por el delito de .

Con absoluta sangre fría, el homicida prosiguió con su relato: “Le realicé dos llaves hasta que terminé asfixiándola colocando mi antebrazo de forma estratégica en su carótida. Ella trataba de gritar, pero yo no se lo permití por la fuerza que aplicaba en su cuello. Así la apreté de dos a cinco minutos”.

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