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Adolfo Suárez Perret nació un 27 de octubre de 1930, en la ciudad de Lima, Perú, sus primeras tacadas las realizó apenas a 14 años de edad. Para muchos expertos, Adolfo fue un genio de las carambolas, de juego y es también considerado como el mejor billarista peruano de todos los tiempos por su genialidad. Adolfo ganó para nuestro país todo lo que se puso en disputa, fue campeón bolivariano, sudamericano, latinoamericano, campeón de Europa, campeón de campeones de América, campeón occidental y campeón mundial.
Adolfo Suarez es considerado como el mejor billarista peruano de todos los tiempos por su genialidad. Foto: GEC Archivo Histórico

Adolfo Suárez Perret nació un 27 de octubre de 1930, en la ciudad de Lima, Perú, sus primeras tacadas las realizó apenas a 14 años de edad. Para muchos expertos, Adolfo fue un genio de las carambolas, de juego y es también considerado como el mejor billarista peruano de todos los tiempos por su genialidad. Adolfo ganó para nuestro país todo lo que se puso en disputa, fue campeón bolivariano, sudamericano, latinoamericano, campeón de Europa, campeón de campeones de América, campeón occidental y campeón mundial.

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Dominó todas las modalidades del billar, Suárez era un tipo encantador y  humilde. Antes de participar en el campeonato mundial de 1961, ya se había consagrado como campeón bolivariano en Venezuela en 1951 y luego en 1958 ya había ganado el titulo sudamericano en Uruguay, dejando una grata impresión que lo sindicaba como el futuro campeón. Habiendo ganado el derecho de estar presente en el campeonato mundial de 1961 a disputarse en Holanda. Suárez viajó solo, no llevaba el uniforme oficial ni la insignia del Perú, lo hizo con muy poco presupuesto; pero tuvo tan buen desempeño que terminó el torneo como campeón mundial.
En la vista, los Laureles Deportivos otorgados al gran billarista en el frontis del Estadio Nacional de Lima. 28 de abril de 1961. GEC Archivo Histórico

Dominó todas las modalidades del billar, Suárez era un tipo encantador y humilde. Antes de participar en el campeonato mundial de 1961, ya se había consagrado como campeón bolivariano en Venezuela en 1951 y luego en 1958 ya había ganado el titulo sudamericano en Uruguay, dejando una grata impresión que lo sindicaba como el futuro campeón. Habiendo ganado el derecho de estar presente en el campeonato mundial de 1961 a disputarse en Holanda. Suárez viajó solo, no llevaba el uniforme oficial ni la insignia del Perú, lo hizo con muy poco presupuesto; pero tuvo tan buen desempeño que terminó el torneo como campeón mundial.

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De esta manera Adolfo Suárez a los 30 años de edad se erigía en el tribandista más joven de la historia en alcanzar la corona mundial. Esa hazaña fue un 21 de abril de 1961 y grabó su nombre en el deporte peruano para la eternidad. El domingo 7 de mayo se llevó a cabo en el “Nacional” el encuentro de fútbol entre Perú y Colombia por las eliminatorias al mundial de Chile 1962.
Suárez emocionado agradee con los brazos en alto el cariño que le tributaba su pueblo, luego de lograr el campeonato mundial de billar en Holanda. 07 de mayo de 1961. Foto: GEC Archivo Histórico

De esta manera Adolfo Suárez a los 30 años de edad se erigía en el tribandista más joven de la historia en alcanzar la corona mundial. Esa hazaña fue un 21 de abril de 1961 y grabó su nombre en el deporte peruano para la eternidad. El domingo 7 de mayo se llevó a cabo en el “Nacional” el encuentro de fútbol entre Perú y Colombia por las eliminatorias al mundial de Chile 1962.

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Suárez fue invitado y salvó la tarde. Justo y merecido fue el deslumbrante homenaje que la afición peruana le ofreció. En el entretiempo del partido las autoridades deportivas invitaron al gran campeón al centro del campo y cuando su figura se hizo notar, comenzaron los aplausos y abrumado por la emoción y llorando agradeció con las manos en alto a los 50 mil aficionados que aclamaban su nombre en las tribunas.
homenaje a Adolfo Suárez en el estadio Nacional luego de haber logrado el campeonato mundial. 07 de mayo de 1961. Foto: GEC Archivo Histórico

Suárez fue invitado y salvó la tarde. Justo y merecido fue el deslumbrante homenaje que la afición peruana le ofreció. En el entretiempo del partido las autoridades deportivas invitaron al gran campeón al centro del campo y cuando su figura se hizo notar, comenzaron los aplausos y abrumado por la emoción y llorando agradeció con las manos en alto a los 50 mil aficionados que aclamaban su nombre en las tribunas.

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En el palco de honor el ministro de educación, el Dr. Alfonso Villanueva Pinillos le impuso los laureles deportivos en el grado de Gran Cruz, la más alta distinción del deporte nacional. En una de sus entrevistas contó el porqué de su apelativo “mi mamá me iba a buscar al billar y antes de cruzar la calle los amigos gritaban «Ahí viene la vieja», y mi mamá se metía y me agarraba a carterazos y me sacaba corriendo –. Baja la voz y sus ojos agarran nostalgia. Por eso me dicen ‘La Vieja’ y ¡Cuidadito! No por otra cosa”.
Adolfo Suárez durante su visita al diario El Comercio. 09 de mayo de 1961. Foto: GEC Archivo Histórico

En el palco de honor el ministro de educación, el Dr. Alfonso Villanueva Pinillos le impuso los laureles deportivos en el grado de Gran Cruz, la más alta distinción del deporte nacional. En una de sus entrevistas contó el porqué de su apelativo “mi mamá me iba a buscar al billar y antes de cruzar la calle los amigos gritaban «Ahí viene la vieja», y mi mamá se metía y me agarraba a carterazos y me sacaba corriendo –. Baja la voz y sus ojos agarran nostalgia. Por eso me dicen ‘La Vieja’ y ¡Cuidadito! No por otra cosa”.

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Desafortunadamente, en un viaje que hizo a Ica en su vehículo para efectuar una exhibición, de retorno a lima, sufrió un accidente algo serio por lo que debió ser hospitalizado. Como consecuencia del percance, sufrió la pérdida de su fuerte y certera tacada, que tantos éxitos le habían brindado. Siguió jugando y muy bien, pero limitado en lograr carambolas que antes las solucionaba sin problemas. Lamentablemente Adolfo Suarez Perret abrazó la muerte el 14 de abril del 2001.
homenaje a Adolfo Suárez durante una exhibición de billar. 13 de octubre de 1961. Foto: GEC Archivo Histórico

Desafortunadamente, en un viaje que hizo a Ica en su vehículo para efectuar una exhibición, de retorno a lima, sufrió un accidente algo serio por lo que debió ser hospitalizado. Como consecuencia del percance, sufrió la pérdida de su fuerte y certera tacada, que tantos éxitos le habían brindado. Siguió jugando y muy bien, pero limitado en lograr carambolas que antes las solucionaba sin problemas. Lamentablemente Adolfo Suarez Perret abrazó la muerte el 14 de abril del 2001.