Tras los muros de Matute, la preocupación no pasa por lo futbolístico, que es apenas un detalle. Lo que realmente angustia al profesor es la falta de ‘rebeldía’ de sus jugadores. En dos fechas, el equipo ha recibido 5 goles, no ha marcado ninguno y los jugadores de no asumen el reto de cambiar la historia, más bien se llenan de temores, escapan a la responsabilidad y la mayoría se encierra en sí mismo, no habla, no conversa y eso se nota en la cancha.

Esta actitud ha generado una brecha entre los que sí se cargan el equipo de Alianza Lima y los que llegaron para ser figuras y no muestran las razones por las que fueron contratados. El técnico sabe que no pasa por el trabajo de campo sino por el psicológico, pero pese a que lo realizan, todo sigue igual.

Los dirigentes de Alianza Lima le siguen dando su respaldo y asumen que no hay otra que convivir con esta planilla hasta el mes de agosto, fecha en la que se abre el libro de pases.

Por eso, la consigna de Pablo Bengoechea es transmitirles confianza y descartar la llegada de refuerzos, para así darles calma con la esperanza de que los haga reaccionar y den más de lo que hasta ahora han mostrado en Alianza Lima.

Están juntos, aunque separados en lo futbolístico y la vergüenza deportiva. Pero es lo que tienen y quizá una victoria importante cambie el rumbo de la historia en Alianza Lima.

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