El para muchos mejor jugador peruano de los últimos 30 años dice adios al fútbol. Una rebelde lesión a la rodilla aleja de las canchas a un que le dio mucha alegrías a su querido y al hincha peruano. La ‘Foquita’ ya entró en la historia grande del balompié nacional y a nivel internacional también es reconocido por su exitoso paso por el PSV Eindhoven y el Schalke 04. El pícaro niño de Villa el Salvador siempre tuvo claro que el rival de toda la vida fue y eso le pudo traer problemas cuando todavía era juvenil.

Corría el último año de la década de los noventa, cuando Alianza Lima visitaba a Universitario. Era la final de la categoría juvenil (lo que ahora serían las reservas). Pero en clásicos no importan las edades. Los cremas se reforzaron con algunos ‘chibolos de Piazza’, que en 1998 habían debutado con 16 y 17 años. ‘Pompo’ Cordero, ‘Machito’ Gómez, el arquero Jaime Muro y otros, tenían recorrido y hasta eran campeones nacionales. Los blanquiazules llegaron con un equipo menos ‘rankeado’, entre ellos -los aún desconocidos en esa época- Jefferson Farfán y Paolo Guerrero. Ambos tenían 16, eran menores que sus compañeros y se quedaron en la banca.

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La ‘U’ plasmó su favoritismo en los primeros 45 minutos. Un 3-0 contundente. La impotencia de Alianza lo había llevado a recibir dos tarjetas rojas. Faltaba un tiempo y se venía la noche. El técnico Julio ‘Humildad’ García ya no tenía nada que perder. Hizo ingresar a ‘Foquita’ y al ‘Depredador’. Alan Rodríguez, hermano del León’, de arranque rascó fuerte a los ‘chibolos’ y les hizo entender que estaban en casa ajena. Ellos no se achicaron. Comenzaron a hacer ‘chocolate’ y de sus pies llegó el empate.

Jefferson Farfán junto a Julio García y Paolo Guerrero, jugando para la Sub-20 de Alianza Lima. (Foto: Difusión)
Jefferson Farfán junto a Julio García y Paolo Guerrero, jugando para la Sub-20 de Alianza Lima. (Foto: Difusión)


Humberto Grondona, técnico de la ‘U’, pidió garra a sus pupilos y en una jugada confusa, otro aliancista fue expulsado. Eran ocho contra once. La suerte estaba echada. En los segundos finales, tras un desborde, Paolo Guerrero la paró de pecho y antes que el balón caiga al suelo, remató y colgó al arquero Muro. ¡Un 4-3 increíble! Se lo gritó en la cara al DT argentino. Y se armó un broncón.

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Las bancas de ambos equipos saltaron, los hinchas se metieron a la cancha. el ‘Depredador’ y la ‘Foquita’, por ser más pequeños, fueron protegidos por un directivo victoriano experto en karate. Se puso como escudo de Jefferson y solito le repartió patadas y puñetes con más de seis ‘Chapados’ que se venían encima de los chibolos. Poco a poco, el ‘Jackie Chan’ hizo retroceder a la gente.

ENTRARON A LA PELEA

Jefferson Farfán y Paolo Guerrero agarraron moral con tremendo ‘Chaleco’, se sacaron los chimpunes y se los pusieron como guantes de box. La policía logró calmar los ánimos para evitar heridos. El ’10 de la calle’ se fue ganador, sin rasguños y desde allí comprendió que siempre es bueno tener un ‘guardaespaldas’. Hoy con 38 años, Jefferson Farfán cierra su exitoso ciclo en el futbol y lo hace con un bicampeonato en su Alianza Lima de toda la vida.

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