Germán Leguía: ‘Hubo cosas raras ante Argentina en el 78’. (Fotos: Giancarlo Ávila/USI)
Germán Leguía: ‘Hubo cosas raras ante Argentina en el 78’

Por: Miguel Alegre y José ‘Huachano’ Lara

Han pasado 40 años, pero aquel sigue remeciendo. Cuatro décadas después los recuerdos afloran como si fueran ayer. , con apenas 21 años, jugó en Argentina 78 y ratifica que hubo cosas raras en el partido con los albicelestes. También jugó en España 82 y revela cómo se manejaba la interna de la y su fracaso en dicho Mundial.

¿Crees que hubo algo raro ante Argentina en el Mundial del 78?
¡Claro que sí! Desde la formación ya parecía raro.

¿Quién hizo el equipo?
Marcos (Calderón) dijo: ‘Conversen entre ustedes muchachos...’. Después me hace gracia cuando Guillermo (La Rosa) y van a la tribuna. ¡¿A la tribuna?! Si uno jugaba el primer tiempo, luego entraba el otro. Era el único cambio que estaba fijo y a los dos los manda a descansar. ¿Descansar para el siguiente partido?

El ‘Cholo’ señaló que estuvo lesionado...
¡Pero si jugó con Polonia! Fue el único partido que estuvimos sin ‘9’. Marcos nunca lo hizo así, busquen sus alineaciones.

José Velásquez asegura que seis jugadores ‘se vendieron’...
Y yo digo que para, hasta al menos, perder por 3-0 con Argentina. Me contactaron y dije al grupo que había 10 lucas verdes (10 mil dólares), pero para todos, no solo para los que jugaban. Además dos pasajes a Brasil. Todo para ir adelante y jugar. Me dijeron que no, que era un traidor. Ahí apareció un ‘Miguel Grau’ a defender la bandera.

¿Qué pasó después?
Me quisieron meter a jugar. Le dije a Roberto Rojas: ‘Tú dile que te sientes mal’. ‘No, cómo voy a hacer eso’, me respondió. Es que el ‘10’ era quien manejaba todo. Estábamos en la banca y perdíamos 3-0 y Marcos me dice: ‘Germán calienta’. ‘¿Calienta?... ¡Estás bien hue...!’, le dije. Y (Raúl) Gorriti habla: ‘Yo entro profe’. Entró, perdió la pelota y nos meten el cuarto.

Los brasileños se agarraban la cabeza...
Nos insultaban, nos mentaban la madre. Termina el partido y todos le echaban la culpa a Quiroga. Llegamos al hotel y le gritaban: ‘Argentino vendido’. Casi nos incendian el bus. La gente estaba más brava ... Hasta nos citaron al Congreso.

¿Fueron todos?

Sí. Nos preguntaban si habíamos visto algo raro, todos lo negaron. sí dijo en un canal de televisión en esa época, que el ‘Viejo’ (Calderón) tenía la culpa. Ya después se hicieron los locos.

¿Cómo fue ese vestuario después del 6-0?
Yo quería llorar, me quería retirar de la selección. Cuando llegamos a Lima nos enseñaron todas las cartas que llegaban a la Federación de peruanos que vivían en Brasil. Eran más de un millón. Compatriotas habían ido al mercado y los habían querido linchar, a un chico le cortaron la oreja. No podían salir de sus casas.

¿Fue la vergüenza más grande?
Sí. Ese equipo no perdía ni 2-0 contra Argentina. Siempre hay problemas con alguien. En España 82 fue con y en Argentina 78 fue con , a quien pusieron en la congeladora.

¿Por qué?
Es que Muñante era la estrella del 78, venía como ídolo de México y se armó la bronca.

¿Bronca? ¿Con quién?
¡Quién va a ser, pues! El mismo de Uribe...

¿?
Claro, siempre era egoísta...

¿Tenía mucho poder?
Por supuesto. Él es un jugadorazo, pero es quien tiene que mandar, esa es su forma de ser y todos los de le tienen pleitesía.

¿Alguien más reclamó a Calderón?
Ottorino Sartor le quería pegar (después de la derrota). Lo fue a buscar y rompió las puertas del cuarto en el hotel.

Estaban indignados...
En ese Mundial habíamos estado aislados y sin visitas. Antes del partido con Argentina nos pusieron en un hotel lleno de gente, en cuartos separados y encima nos dieron permiso para ir de compras. Eso era como decir esto ya se acabó.

¿Libras de culpa a Ramón Quiroga?
Claro. Él lloró de indignación, porque le echaban la culpa. Era contra Argentina y era su momento de que dijeran: ‘Mira el arquero que hemos perdido’. Algo así como Ricardo Gareca ahora. Él quería hacer historia, pero le pateaban cerca al arco. El ‘Loco’ no tuvo nada que ver en los goles.

Quisieron crucificarlo...
Le querían quitar la nacionalidad, hasta lo sacan de Cristal, si no me equivoco. Para la Copa América del 79 tapa el ‘Chevo’ Acasuzo.

En la gira previa a España 82, todos coinciden que es lo mejor que hace Perú.
Sí. Ese equipo le metía un baile a cualquiera. Es más, con Italia en el Mundial, en el segundo tiempo jugamos casi los mismos de la gira y teníamos para meterle tres tranquilamente, pero el partido acabó 1-1.

¿En qué momento se rompe el grupo?
Desde que llegó el ‘10’ comenzaron los problemas. Cuando Uribe va a buscar su camiseta, su ‘10’ no estaba y le dicen: ‘Esa ya tiene dueño’. Y le dan la ‘9’. Un día agarramos y le pusimos una ‘A’ al costado del ‘10’ con papel y le decíamos: “Él es ‘10 A’ y tú ‘10 B’”.

Ahí es donde nace la leyenda...
¡Claro! Recuerdo que le quitaron la ‘10’ a Julio César y él reacciona tarde. Todos le querían pegar, parecía pelota, lo pateaban en el entrenamiento.

¿Quisieron bajárselo?
Julio se dio cuenta, querían fastidiarlo y lo aburrieron. Él era bravísimo, un jugadorazo, diablo, estaba en su mejor momento, y Teófilo ya no tenía nada que hacer...

¿Era solo nombre?
Sí. Estaba jugando en Estados Unidos y ahí lo hacían con pelota de playa. Pateaban los penales desde medio campo, no había fuera de juego. El campeonato norteamericano era malísimo y encima la FIFA no lo reconocía. Teófilo fue grande, pero...

¿Pero?
Malogró el grupo, al mejor, a Julio César. Me decían: “Oye, el negro (Uribe) ha declarado que es el mejor del mundo”. Yo les decía que él era el mejor, pues está premiado como los tres grandes del mundo.

¿Después del Mundial España 82 te desvalorizaste?
Tenía un acuerdo y hasta un contrato con Génova de Italia por un millón 600 mil dólares. Terminó el Mundial y los italianos no aparecieron más. Al final tuve que esperar seis meses para irme al Elche (España) por 600 mil dólares.

¿Crees que si Gareca convoca a Pizarro pasaría lo mismo que en España 82?
Igualito. Juan Carlos (Oblitas) lo para diciendo: “El yo, yo, yo no existe en la selección”. Esa es una directa, se la está tirando al ‘10’ (Cubillas). Él dice ‘acá somos todos’ y lo repite.

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