¡Mi gente! ¡Ustedes! Soy ‘Cuto’ Guadalupe, bienvenidos a un nuevo programa de ‘La fe de Cuto’. nació el 8 de enero de 1964. Tiene 57 años, pero para los hinchas del Club Universitario de Deportes ya es eterno. No tengo problemas en decirlo: fue, es y será mi capitán. Y estoy seguro de que es el de todos los que jugaron con él en la ‘U’ desde que entrenábamos en el Lolo Fernández.

Cuto escribe: Tres defensas campeonamos en Paraguay, pero luego desperté

Para mí es un honor entrevistar al ‘Puma’, conocerlo más y que todos ustedes sepan qué hubo tras ese futbolista aguerrido, el que dejaba hasta sangre en la cancha. La suya o la de cualquier rival faltoso, jajaja.

Ya lo dijo cuando lo entrevisté: El ‘Puma’ Carranza es el que nos enseñó lo que es la ‘U’, la mística de la garra crema. Su labor de capitán iba más allá de los partidos de fútbol. Era un maestro, un guía. Persona noble y justa como cada vez hay menos. Y muchas menos en el fútbol.

Fantasma en el Lolo
El ídolo crema fue el nuevo invitado de ‘La Fe de Cuto’ y revivió los tiempos en que vivía en en estadio ‘Lolo Fernández’

Y todo lo que digo no es gratis, pregúntenle a quien quieran. Hasta de otros equipos lo reconocen, solo queda recordarlo con la . Nadie pasaba por su lado, los comentaristas extranjeros sabían que Carranza, ese apellido, era sinónimo de respeto.

Y en la entrevista entenderemos por qué. Con ustedes, mi gente, el lado humano de José Luis Carranza, la historia de la persona, todo detrás del personaje. Adelante, ‘Puma’, ¡adelante mi capitán!

Puma, los seguidores de ‘La Fe de Cuto’ te han pedido desde un inicio, que te entreviste, eres uno de los más solicitados.

En primer lugar, estoy orgulloso de verte en tu nueva faceta, vendiendo mucho humo. Jajaja. Lo que yo más rescato es, fíjate, ha aparecido el ‘Mono’ Hermes Zolezzi, mi descubridor, él que me trajo acá, uno siempre tiene que estar agradecido, de muy chico me había traído, sobre todo a vivir acá, al templo y hemos pasado cosas muy lindas.

Llegas muy joven a Universitario, ‘Puma’.

Desde muy chico, separarte de tu familia, donde la vida era muy dura porque cuando uno, a su corta edad, pierdes a tu padre, se pone el tema difícil.

Tranquilo, ‘Puma’

De muy chico he trabajado, mi mamá tenía su puestito, cuando falleció mi papá, él era el que sostenía la casa. Somos 9 hermanos, fue dura la situación, estábamos como Julio Iglesias: a veces sí, a veces no. Hay que ser claros, pero mi padre nos enseñó a trabajar y él era deportista, entonces me dediqué a entrenar, entrenaba de muy chico.

‘PUMA’ CARRANZA, SU DIFÍCIL INFANCIA Y CÓMO SE SALVÓ

Vivías en el Rímac.

En mi barrio era más fácil ser un delincuente o un drogadicto. Pero entonces tenías una idea, no sabías si ibas a ser futbolista o ibas a ser de otra profesión, pero en el barrio ves los ejemplos que había, entonces esos ejemplos no eran para mí.

¿Cómo te salvaste?

Tuve la suerte de que los dirigentes de la ‘U’ me trajeran para acá, he vivido, he visto a tantos referentes y de verdad la ‘U’ era una fiesta, era una verdadera familia.

Y pensar que el club estuvo en una situación límite.

La gente no sabe que el club iba a desaparecer y tú mismo lo sabes, ha sido en las marchas con otros compañeros, hemos luchado con Velasco, Ferrari, contigo, con el ‘Loco’ Vargas y muchos más como ‘La Foca’ Roberto Farfán, y muchos compañeros, como el ‘Chevo’ Acasuzo, entonces la gente no cree.

Hubo gente que no tuvo fe.

Hubo poca fe, pero nosotros somos como cuando jugábamos, dejábamos todo, luchábamos porque siempre nuestro club tenía que estar arriba y recuperamos el club. Lo hemos recuperado y eso para nosotros es maravilloso porque no podíamos estar afuera, a eso vamos, hemos luchado, había gente y futbolistas, hinchas, querían que de todas maneras desaparezcan el club.

Tú eres cliente vip del Restaurante Cuto 16.

Siempre voy y como mi carapulcra con sopa seca y lo pagó, ¡porque este es más duro! Jajaja.

‘PUMA’ CARRANZA: “LA ‘U’ ES MI FAMILIA”

La gente tiene que saber esos detalles, no están empapados, muchos hinchas que a veces opinan sin saber. A nosotros nadie nos va a venir a vender el humo, tú te has criado acá en el club, tú eres ídolo. Yo he llegado en el año 91/ 92, he sabido lo que era jugar aquí en el ‘Lolo’, cuando hacían el campeonato crema, campeonato ‘Lolo’ Fernández, que ‘Lolo’ Fernández era el que compartía, se sentaba en la tribuna a mirar el campeonato, era una locura acá.

Acá algunos tienen tres días y son o se creen más que Lolo Fernández, más que todo el mundo.

Ahora que he venido después de mucho tiempo al ‘Lolo’ Fernández he recorrido y recordado esos tiempos de mis inicios, de hecho entro y veo tu carro estacionado en el mismo lugar de eso años, entonces me da esa alegría, esa nostalgia, ¿tú cómo te sientes cuando estás acá?

Me siento bien, como te digo, es una familia, desde que el mono Zolezzi me trajo acá, era una alegría, tú querías entrenar mañana, tarde y noche porque te sentías feliz, en tu casa. Mira, yo comía acá, en la tía Margarita y me metía mis siete colores con la chola, con toda la gente y era lindo encontrar acá a tantos amigos, porque acá también vivían Duffo, Garagay, un montón de futbolistas, entonces de ahí yo empecé a vivir como con veinte, con ‘Carediablo’, con Melchor.

Me has hecho acordar de Melchor, qué tales tiempos.

El popular, fue un golpe de suerte, nada más.

¿Es verdad que acá penan?

Sí, eso es verdad, acá lo hemos pasado bien, pero acá penan. Claro. Yo he amanecido debajo de la cama y eso que éramos como 20.

¿En qué parte?

Acá al costado de la sala de trofeos. Los cuartos eran grandazos, camarotes y al costado un tragaluz nos separaba de otro cuarto y a veces yo amanecía debajo de la cama, esa es la realidad, yo me quedaba solo en Navidad, fin de año todos se iban, yo me quedaba solo . Me acostumbré.

EL ‘PUMA’ Y LOS FANTASMAS DEL ‘LOLO FERNÁNDEZ’

¿Te acostumbraste a vivir acá?

Claro, qué importa, vivía con los espíritus, ya me acostumbré. Teníamos un televisor más antiguo. El día que más me asuste fue en el día, ya 7 de la noche, 7:30, en Navidad y Año Nuevo, estaba enfermo con tifoidea, después me dio la fiebre de malta.

¿Qué sucedió?

Me comenzaron apagar la luz, entonces como acá paraba Manuelito Flores lo comencé a llamar. Se prendía y se apagaba la luz, lo que hice fue correr donde la tía Margarita, le digo “tía Margarita, aquí me quedo, en el mueble”.

Claro, la tía Margarita vivía atrás.

Me quedé ahí esa noche.

¿Aparte había unos ruidos así extraños?

Hablaban, se escuchaban voces.

EL ‘PUMA’ CARRANZA Y EL RÍMAC

Has estudiado en el Ricardo Bentín.

Yo estudié en el Ricardo Bentín del 1° A hasta la Z había, era de 8 a 1 y cada aula eran 57 alumnos.

Jugabas en el barrio.

Los domingos jugábamos sin zapatos, nosotros vivíamos en la avenida ancha y pasaban los micros, jugábamos con los micros, ¡de verdad! Jugábamos con los micros, a uno le chancaban el carro, le tumbaba, pero nosotros nos agarrábamos atrás, nos prendimos y llevábamos la pelota pegada y así, y a veces los días sábado y domingo había campeonato y cerrábamos la avenida y venían. Era bravo, era bravo, entonces la mejor experiencia que tienes en el fútbol es que has jugado con gente grande. A veces a mí me mandaban al arco y yo salía jugando y jugaba con los choros no sabes lo que era, los choros te cuidaban a ti, en esa época que murió mi papá, mi papá me decía: “Si yo te veo haciendo algo, put… todo”. Entonces eso uno aprende, cuando estudiaba en el colegio yo entre en el 1° G, el segundo año me pusieron a la Z, ¿por qué? Teníamos compañeros que jugaban bien, entonces nos invitaban a salir, “por favor, retírese”, solo con el cuaderno al día y su pasó oral, algunos estábamos en la selección, era un colegio muy buscado, 57 habían todas las aulas de la A a la Z, en el turno de mañana y también en la tarde. De ahí, de chico, yo veía a los abusivos que robaban las zapatillas, a cambio de un bizcocho y una mermelada, entonces yo iba y les defendía. Me peleaba y así es como se va haciendo un líder, entonces venía acá a la ‘U’ porque acá me llevaban al colegio, me dejaban, yo nunca entré por la puerta principal, te lo juro, que me castigue el señor, yo entraba por la Tapia, por donde vive el ratero de Gómez, el loco Gómez, en un asentamiento humano, era una barriada, pasaje Muñoz.

¿Se podía entrar por ahí?

Claro, ahí había más choros que la… y al frente, en ‘La Totorita’ también bravo era. A mí me gustaba pasar por ahí porque yo vivía, nuestro barrio ha sido bravo, jodido era. Entonces, uno se va haciendo un hombre, siempre jugaba en la selección y eso, pero parece mentira. En la vida te vas encontrando con amigos que son profesionales, otros son choros.

EL LADO SENSIBLE DEL ‘PUMA’ CARRANZA

Sí, hay de todo

¿No? Unos te dicen “¿Sabes que? yo soy gerente aquí en la Cristal”, otros, “yo soy ingeniero”. ¿Te acuerdas? y esa es una satisfacción, ¿no? Que te digan “¿te acuerdas cuando me defendías? ¿cuando te prestaba mis cuadernos para ponerte al día?”. Porque yo tenía buena letra pues, entonces, los mismos chancones me pedían prestado, mi cuaderno limpiecito,18 te ponían. Entonces, cuaderno limpio, tu paso oral y listo, pero siempre he sido respetuoso.

¿Y qué tal eras como alumno?

Más o menos, o sea, me botaban, pero más o menos porque llevaba mi cuaderno limpio. Lo que pasa es que si estaba con una banda y me botaban, Carranza venga, y me botaban, puta yo salía y nos íbamos al campo a jugar pelota.

Me acuerdo que acá venía tu mamá, tus hermanos, pero a tu papá nunca lo vi.

Mi papá murió cuando tenía 10 años, se llamaba Roberto Emiliano Carranza Donayre,

También había sido futbolista y de ¿qué jugaba?

(Un silencio)...

Ay mi capitán, mi gente sabía que iba a pasar esto en esta entrevista, pero bueno, somos seres humanos no? el ‘Puma’ es lo que siempre transmite, su esencia y a veces hablar de cosas te da en el punto más sensible del ser humano, eso es lo más lindo, yo ya me imaginaba que iba a pasar algo así.

Mi viejo jugaba de delantero y jugó con César Cueto, jugaban en el mismo equipo, en el equipo del Peruano, un equipo muy reconocido, jugó en la segunda profesional, habían muy buenos jugadores y mi papá era centrodelantero, le decían galletita.

¿A qué se dedicaba tú papá?

Mi padre ha sido albañil y yo siempre me quede con eso, ¿no? Porque uno cuando tiene 10 años, tú piensas como gente de 20, ¿no? porque el barrio te hace madurar. Venían los ingenieros para leer los planos, leer los planos no es tampoco una cosa fácil, entonces yo me decía que algo tengo que aprender de esto. Nos enseñaba mucho, sobre todo que era muy disciplinado y siempre nos tenía hablando que lo mejor para una persona era ser sencillo, humilde y ser sensible para todos y eso para mí ha sido muy importante porque nos llevaba a entrenar.

DE JUGAR SIN ZAPATOS, LUEGO CON YANQUES Y LUEGO CON CHIMPUNES NIKE

¿Quién te regaló sus primeros chimpunes?

Me los regaló Germán Leguía.

¿Te acuerdas qué marca eran?

Nike.

Me imagino que estabas muy feliz, tú con esos chimpunes.

No sabes, no quería ni ensuciarlos, de verdad. Yo venía de jugar sin zapatos o si no jugábamos con ojotas, por donde vivía había un mercado, y te hacían tus yanques. Yo nunca usé canilleras.

Les voy a contar. Sentía una vergüenza ajena, mi gente de La fe de Cuto, nos alistábamos, ustedes no se imaginan lo que era la previa al partido, toda esa locura, ese momento que vivíamos, cada uno calentando, preparándonos para la guerra, cada uno se ponían su toperol, canilleras, había esas que era canilleras-tobilleras, las últimas canilleras y después el ‘Puma’ decía: “‘Pajita’, el cartón”. ¿El cartón? y se ponía a cortar el cartón como forma de canillera, le daba la forma de canillera y se ponían la media negra, yo le miraba y me decía “¿va a jugar con eso?”. Yo decía cómo iba a jugar con eso, pero ¿por qué te ponías el cartón?

Porque no podía jugar con canillera. Tú vienes de un barrio donde has jugado sin zapato y a mí me gustaba jugar ligero...

Esa es la palabra.

No podía ponerme otra chompa más para jugar, jugábamos en Cerro de Pasco y yo jugaba con un polo nomas. Cuando calentaba, calentaba calato.

Aparte me has hecho acordar, tu jugabas sin calzoncillo.

Claro, sin calzoncillo, calato.

Ese Ruggeri, como estaba.

Estaba así, dando más vueltas, era una brújula. Jajaja.

Ya ustedes saquen su conclusión quién es Ruggeri jajaja, el cabezón Ruggeri.

Hoy día creo que se van a arrodillar. Jajaja.

ASÍ LLEGÓ JOSÉ CARRANZA A UNIVERSITARIO DE DEPORTES

Mi capitán, ¿cómo llegas tú a la U?

El ‘Mono’ Zolezzi, me trae, cuando yo estaba jugando en la liga de tercera en el Rímac, yo tenía 13 años. El ‘Mono’ Zolezzi trajo a los dirigentes para que me vean jugar, yo estaba jugando una final de Tercera.

¿En qué posición jugabas ahí?

De 10.

Mucha gente no te ha visto…

Lo que pasa es que yo jugaba y marcaba a todos, entonces el entrenador dijo: “tú te quedas acá, porque tú corres por todo entonces acá te vas a quedar”. Yo en mi colegio jugaba de diez, en mi colegio todos jugaban bien, eran choros, no sabes lo que eran, eran cracks, había jugadores de Alianza, Municipal, de Cristal, jugaban muy bien, pero no tuvieron la suerte.

Pájaro frutero, ya sabía de dónde venías.

Te voy a contar que Marcos Calderón me botó feo porque un día me fui a jugar en la noche una pichanga. Íbamos a jugar contra Independiente de Argentina, donde jugaban Bochini y Marangoni. Un amigo me llevó a jugar la final del campeonato del Maracaná, un mundialito, yo estaba jugando un mundialito, llegué todo bacán y Marcos Calderón me llamó y me botó. Yo estaba concentrado para jugar contra Independiente y Jorge Nicolini fue el que habló: No, él no se va, él vuelve a los juveniles, pero no se va. Ya con el tiempo me llamó otra vez y estuve ahí, otra vez en la reserva y en el primer equipo.

¿Qué recuerdo tienes de tu debut?

Yo debuto primero acá contra Los Espartanos el equipo del ‘Cholo’ Sotil.

¿Estamos hablando del año 86?

Fue en 1985. Ese era un crack, hasta ahora es un crack. Para mí los mejores son Cueto, Leguía, Sotil para mí es lo máximo, y Oblitas y el Chevo que se metía los goles.

Internacionalmente debutas en La Paz por la Copa Libertadores.

Sí, me hicieron marcar a J.J. López, que había jugado en el River Plate, el 10, y yo corría y corría, como decía el entrenador “como vuelves, te vas”. Parecía el último plato de comida, puta, no la veíamos. Y ahí, Marcos me daba todo, de verdad, todo, todo, todo me daba.

Lo que tú corrías era impresionante, esa recuperación era del que hacía el trabajo, son pocos los que ven eso.

En el colegio jugaba de 10, jugaba muy bien, pateaba los tiros libre, los penales.

JOSÉ LUIS CARRANZA Y JORGE NICOLINI

¿Por qué el número 22?

Porque con Marcos Calderón yo no sabía si iba a jugar, entonces llevaron a 30 jugadores a hacer la pretemporada entre Cusco, Arequipa, entonces hicimos la pretemporada para ir a jugar a Bolivia, ahí jugamos en Cochabamba y la Paz. Entonces viene Nicolini y viene con mi mamá. Pucha dije, me rompió el alma. De ahí de Arequipa a Cusco, se va a la Paz y Nicolini dijo: “Él va a jugar con el 22, es el número con el que yo corro mi chachicar”. Y yo con él hice pacto de palabra de que nunca me iba a ir de la ‘U’. Quiroz y Nicolini siempre me trataron bien, en los mejores momentos, los peores momentos ellos siempre estuvieron conmigo. Porque era chico acá, no iba a ningún lado, me llevaban al colegio, me recogían.

Ese fue el motivo.

Por eso el número 22 y el compromiso de quedarme siempre en Universitario, mi palabra, pero llegaron otros dirigentes y me peleaba con los dirigentes, en su mente seguro decían “vamos a sacarlo”.

¿Y quién te pone ‘Puma’?

Roberto Martínez

Ahora tú tenías otras chapas que contó ‘Puchungo’ Yáñez.

Marciano, Anticuchero, de todo.

¿Carretilla también te decían no?

Carretilla Carranza. De todo me han dicho, pero yo normal ah. Mira ve, acá es para vivir, lo disfrutamos, a veces no se ganaba, pero lo disfrutamos, pero sí con la cara de perro. Porque perdíamos y decíamos: la próxima es la revancha.

Cuando se ganaba disfrutamos, cuando se perdía era…

La gente lo debe saber. Mira, yo tengo 8 campeonatos, hubiese tenido 20, pero [Sporting] Cristal, era el dueño del fútbol, es la realidad, ¡todo el mundo lo sabe! Dueño del fútbol, si a nosotros nos decían que le mentamos la madre al árbitro, ¡no! Hay que ser loco para mentar la madre al árbitro y nos hacían unos informes los árbitros.

Es parte de la historia, no me voy a olvidar y me siento privilegiado de haber estado en ese grupo, esa familia del tricampeonato, porque esa fue, tuvimos que pelear. Ese partido en el 96′ con Torres, ese partido nunca lo volvieron a pasar, pero la patada que me mete Garay y no lo expulsan, nosotros teníamos que luchar y la gente no sabía eso. Te estaban asaltando en tu cara con estadio lleno y no pasaba nada, eso era normal. Así se tenía que jugar, era difícil, si no hubiésemos tenido 500 campeonatos. (La próxima semana sale la segunda parte).

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