está de vuelta, para y para todo el planeta fútbol. Esta vez el argentino demostró su demoledor juego ante la Juventus en la primera fase de la , y también dejó en claro su manía de molestarse con los árbitros.   

Lionel Messi, vivió dos momentos distintos. La felicidad a la hora de vencer en dos ocasiones a Gianluigi Buffon y sumar sus primeros tres puntos en Champions League y otro distinto cuando la estrella del Barcelona empezó a a perder la paciencia con el colegiado FIFA que su parece permitió mucho el juego rudo de la Juventus.

La tensión por liarse con el juez del partido no perturbó la concentración de Lionel Messi. El argentino pidió una cartulina amarilla para el bosnio Miralem Pjanic por reiteradas faltas en su contra. Lejos de admitirle su reclamo, el esloveno Damir Skomina amonestó a la figura de Barcelonacon una tarjeta que le hizo perder la cordura.

Pero Lionel Messi estaba con la sangre en el ojo. No podía 'pisar el palito' e insultar al juez como lo hizo con la selección argentina en las Eliminatorias donde fue sancionado con cinco fechas. Esta vez buscó recriminar al árbitro Skomina cada vez que veía una falta. "¿A él no? ¿A él no? ¿Esa tampoco?", reclama el crack del Barcelona, que seguía reclamando al juez pese aque ya tenía el resultado del primer partido de la Champios League en el bolso.

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