Parece que fue ayer cuando un veloz moreno apilaba rivales y sonreía antes y después de definir frente a un portero. Cuando los niños (y no tan niños) corrían por su camiseta y los hinchas lo convertían en su esperanza. Pero no está más. Ha desaparecido. Se hizo humo. Porque el así lo quiso. 

Dicen que el hombre es dueño de su destino y Jefferson Farfán lo fue. Brilló en el PSV recién pasados los 20 años. Fue tetracampeón, anotó 67 goles, era figura. Los grandes clubes empezaron a mirarlo y el Schalke 04 pagó 17 millones de euros por él. La Bundesliga lo esperaba y la selección peruana ya lo acogía. Todo iba bien. 

Pero entonces, 'La Foquita' se comió a Jefferson Farfán. El personaje devoró al futbolista. Se quejó de su entrenador, llegó dos veces tarde a pretemporadas (multas de miles de euros), se escapó a Milán a comprar ropa estando lesionado (más multas), pidió un exorbitante aumento de salario para renovar, mostró en un programa los lujos - como relojes - que poseía e incluso se levantó de madrugada para hablar vía telefónica con un espacio de espectáculos (otra multa). También se habría relacionado con chicas de algunos 'realities'. En Alemania se hartaron. 

Al Jazira de Emiratos Árabes ofreció diez millones de dólares y los 'germanos' le dijeron adiós inmediatamente y casi lo llevan al aeropuerto ellos mismos. Ironías de la vida, Julian Draxler se fue al Wolfsburgo por 35 millones de euros y el lateral Christian Fuchs al Leicester inglés donde ganó la Premier League. Ambos fueron compañeros de un Jefferson Farfán que hizo pocos goles en Al Jazira, se la pasó en las playas o lesionado y se hundió más en el espectáculo "oficializando" su romance con una cantante y bailarina. 

"Jefferson Farfán tiene que estar en la selección", "no se puede dejar de lado a los mejores", dicen algunas voces. Con Jefferson en las Eliminatorias al Mundial 2006 quedamos novenos, en las del 2010 fue expulsado de la 'bicolor' por el escándalo del Golf Los Incas, para Brasil 2014 acabamos séptimos de nueve y en estas eliminatorias vamos octavos. ¿Algo más? En 2010, en el inicio del proceso con Sergio Markarián, Farfán fue separado de la selección peruana por irse de madrugada a un casino en Panamá. 

Hoy, sin equipo pero seguramente con una enorme cuenta bancaria, Jefferson Farfán cumple 32 años. Ya debe estar pensando en la discoteca a la cuál irá, la lista de invitados y sobretodo invitadas y las orquestas de salsa que tocarán. Mientras, en Europa, se sigue jugando al fútbol en ligas, copas y Champions. Quizás por eso dicen, que cada uno está donde le corresponde.

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