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| La diseñadora yanesha Rosario Colina nos ha demostrado que no hay edad para ir en busca de los sueños, pues a sus 71 años lleva una vida muy activa confeccionando hermosas prendas hechas a mano y teñidas con achiote, cúrcuma, matico, palillo y otros pigmentos naturales que son un éxito.

Yanesha - Trome

Charito es de la comunidad asháninka Yanesha de Oxapampa, un paraíso escondido en la selva central, donde el respeto a la madre tierra es vital para vivir en armonía.

Ella nos cuenta que la pandemia fue un golpe muy duro para su comunidad, ya que vivían del turismo y de la venta de sus productos, pero al estar confinados dos años por precaución al contagio, muchos se refugiaron en sus chacras para poder sobrevivir.

Cuando era joven, sus padres le decían que las mujeres no podían estudiar y que solo se dedicarían al trabajo en casa. Sin embargo, Charo soñaba a lo grande y quería estudiar. Llegó a Lima cuando apenas tenía 15 años y empezó limpiando una casa.

Y como su sueño era estudiar, dejó ese empleo para ir en busca de otro. En un mercado de Jesús María encontró a una señora que la llevó a una casa y la dueña la inscribió en una academia de costura donde aprendió lo que tanto le gustaba.

“Trabaje en una sastrería haciendo pantalones y luego en una empresa de jeans, me fue muy bien y tenía mi platita”, detalla.

Charito tiene 71 años y disfruta al máximo la vida. Se la pasa entre la chacra y su pequeño taller de costura donde da rienda suelta a su creatividad.
Foto: Katty Gines.
Charito tiene 71 años y disfruta al máximo la vida. Se la pasa entre la chacra y su pequeño taller de costura donde da rienda suelta a su creatividad. Foto: Katty Gines.

En sus vacaciones regresó a su comunidad y conoció a su futuro esposo, con el que tuvo tres hijos. Desafortunadamente no tenía los medios económicos para dedicarse a la confección y los años fueron difíciles para ellos.

“Un día llegó un ángel, un alemán, a quien ayudamos cuando estaba enfermo, y él en agradecimiento nos regaló una máquina de coser y fue ahí que pude crear prendas y accesorios que empecé a vender”, refiere.

Charito trabaja con yute natural y tiñe cada prenda con pigmentos naturales que salen de la corteza de los arboles y de sus productos que cosecha en su chacra como, cúrcuma, eucalipto, café, cebolla, etc.
Foto: Katty Gines.
Charito trabaja con yute natural y tiñe cada prenda con pigmentos naturales que salen de la corteza de los arboles y de sus productos que cosecha en su chacra como, cúrcuma, eucalipto, café, cebolla, etc. Foto: Katty Gines.

Charito quedó viuda, pero toda su vida trabajó muy duro, perfeccionando sus técnicas de teñido, diseño y confección. En pandemia se dedicó a cultivar diversos productos con los que tiñe sus camisas, polos, vestidos de novia, trajes y accesorios.

“Utilizo pigmentos naturales que saco de la corteza de los árboles, de la cáscara de cebolla, el café, el palillo, achiote, hojas de matico, eucalipto, entre otros insumos”, recalca.

Charito también hace vestidos de novia al estilo yanesha moderna. Los colores llamativos son teñidos con cúrcuma, pacae, eucalipto, entre otros. 
Foto: Katty Gines.
Charito también hace vestidos de novia al estilo yanesha moderna. Los colores llamativos son teñidos con cúrcuma, pacae, eucalipto, entre otros. Foto: Katty Gines.

Charo no solo es experta en el diseño de modas, también es una maestra en las redes sociales, canales por donde ofrece sus artículos que se venden como ‘pan caliente’. “Participamos en ferias de Miraflores y en el Ministerio de Cultura, también enviamos los pedidos a Lima, la verdad nos va muy bien”

La diseñadora yanesha invita a visitar su comunidad para Semana Santa, a fin de que puedan ayudarlos a reactivar la economía, luego de vivir años muy difíciles a consecuencia de la crisis sanitaria.

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