¡! Para el empresario Gastón Acurio, que atiende todos los días a más de 15.000 personas en 52 restaurantes en el mundo, un líder se caracteriza por canalizar las voluntades de un equipo humano, conciliar los antagonismos y dar el ejemplo dando el primer paso, para consolidar un proyecto en el que todos formen parte. Con ese fin, explica el destacado chef, se debe tener una vocación diaria de renuncia, una voluntad genuina de saber dar un paso al costado, para generar liderazgos capaces de reemplazar a uno acabado el ciclo de liderazgo.

Desde la teoría, el liderazgo es el proceso de influencia de líderes a colaboradores para alcanzar las metas de la organización. Sin embargo, en la realidad, son pocos los ejemplos de liderazgo como los que enarbola Acurio, quien renunció a dirigir el restaurante Astrid y Gastón después de ser inaugurado, pese a que se trataba del sueño que había abrigado por décadas.

Por el contrario, en la mayoría de los casos, las jefaturas suelen estar encabezadas por jefes sin visión de largo plazo, que terminan personalizando la organización. “Esos jefes”, destaca Acurio, “hacen mucho daño”.


Para Sydney Finkelstein, profesor de Tuck School of Business, en la Universidad de Dartmouth, existen un conjunto de actitudes que diferencian a los jefes de lo que él llama los “súper jefes”. En su artículo “Secrets of the Superbosses”, publicado semanas atrás en la revista Harvard Business Review, Sydney distingue a los súper jefes de los jefes tradicionales por su capacidad de promover el talento.

"No se limitaron a construir organizaciones, ellos divisaron, entrenaron y desarrollaron una futura generación de líderes”, tal como Gastón Acurio, quien ha entrenado a diferentes chefs en cada uno de sus restaurantes, hasta hacerlos líderes de sus emprendimientos culinarios.

Según el artículo, los súper jefes contratan a personas que no solo destacan por sus habilidades en los negocios, sino por su inteligencia, creatividad y flexibilidad. Es el caso de otro reconocido líder, Felipe Ortíz de Zevallos, fundador del Grupo Apoyo, quien preparó y entrenó a una generación de recién egresados de la Universidad del Pacífico, que ahora lideran con éxito proyectos en diferentes sectores.

Según Sydney, la habilidad más importante está en su capacidad para aprender. La investigación más rigurosa sobre ese tema se llevó a cabo en el Centro de Liderazgo Creativo (CLC). Luego de entrevistar a 199 altos ejecutivos, los autores, Morgan McCall, Michael Lombardo y Ann Morrison, descubrieron que los ejecutivos más exitosos eran capaces de salir de su zona de confort, asumir riesgos, aprender de sus errores y comenzar de nuevo a medida que tenían nuevas asignaciones.

Su experiencia técnica y operacional, que era valorada en los niveles medios de liderazgo, dio paso a la formación de equipos, la inspiración de confianza y el desarrollo de objetivos estratégicos. En resumen: los líderes de éxito continuaron aprendiendo, se empeñaron y fueron flexibles mientras su mundo laboral cambiaba. En otras palabras, eran ágiles para aprender. El resultado fue publicado en el libro “Lessons of Experience”. Por esta razón, explica Andrés Gaviria, gerente general de Korn/Ferry en el Perú, la agilidad de aprendizaje se ha convertido en el indicador número uno de éxito en el liderazgo


Para Bill Murphy, editor ejecutivo del blog themid.com, existen 10 acciones que hacen de los jefes uno verdaderos súper jefes.


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