¡! Trabajar desde nuestra casa puede tener tantos beneficios como perjuicios. Este dilema lo conoce muy bien Robert Kelly, el analista internacional que pasó hace pocas semanas probablemente el episodio más incómodo de su vida, cuando fue El video ya es viral en todo el mundo y se produjo mientras hablaba de la actualidad de Corea del Sur. La entrada de dos de sus hijas quedó registrada y transmitida a millones de espectadores. Como si fuera poco, la cámara también captó los segundos en los que su esposa, rápida de reflejos, tomó a las niñas y presurosa las sacó del lugar.

Para algunos trabajar en casa es lo más económico para iniciar negocios. Los gastos son los mínimos y permite compatibilizar la vida personal y familiar mucho mejor. Eso sí, se corre el riesgo de tener que hacer todos los recados de casa porque a veces los familiares creen que “no se estás haciendo nada”. Mientras que para algunos el trabajar en una oficina hace que la productividad se incremente, dado que existen horarios estables y se eliminan las distracciones. Además, es posible atender a los clientes, algo que trabajando en casa es inviable. Otro punto en contra que también encuentran los amantes del trabajo en la oficina es que estando en casa el círculo social se estrecha, el rendimiento cae fruto de la gran cantidad de distracciones del hogar, y empiezan a escasear las ideas frescas.

Sobre este punto, los defensores del trabajo en el hogar indican que estar cerca a la familia da tranquilidad y estabilidad emocional. No se gasta el tiempo en desplazarse al trabajo, más aún con este tráfico limeño. Un rico desayuno e inmediatamente se puede empezar a trabajar sin mayores preámbulos. Otra ventaja es que se podría organizar un horario propio, sin tener que pensar si se está o no llegando tarde. Claro es importante marcarse horarios, pero estos serán los que sean convenientes, ya es cuestión de gestionar tu tiempo de la mejor manera.


Finalmente el trabajo en casa es considerado como un factor decisivo la conciliación de la vida personal y profesional, que te permite estar en casa trabajando mientras el gasfitero viene a reparar el goteo del baño o cuidando de tus hijos si están enfermos sin tener que mermar demasiado tu productividad.

¡Trome! No todas las situaciones son iguales. Lógicamente, cada trabajo o negocio tiene sus propias características. Al momento de tomar la decisión entre trabajar desde casa o en la oficina debes ser tú quien tenga la última palabra luego de un consiente análisis. ¡Suerte!


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