Creció en Los Olivos y todos los días se levantaba a las 5 de la mañana para ir a su colegio que quedaba en La Molina, pero como todo sacrificio tiene su recompensa, fue becado para estudiar en Los Estados Unidos, y conoció también la India. Estudió Economía en Australia y fue durante su estadía en ese país que decide en Perú un negocio de agua embotellada, con el que ayudaría a personas en situación de extrema pobreza. Fernando Tamayo es el creador de ‘Yaqua’, que se vende a nivel nacional en supermercados, grifos, restaurantes y farmacias, y que hoy está en una etapa de crecimiento importante.

¿Cómo decides iniciar este proyecto? ¿Y por qué agua?

Nace por una realidad muy contradictoria: por un lado, hay 8 millones de peruanos que no cuentan con agua potable, y por el otro, existe un gran crecimiento de agua embotellada, pues en el año 2000 se vendían solo 29 millones de litros, mientras que ahora se venden más de 850 millones. Como emprendedor, me pregunté cómo involucrar a la sociedad para resolver un problema social como este.

¿Cuál fue la idea?

Se pensó sacar un producto de alta rotación (agua embotellada), a muy buen precio, de gran calidad, y destinar el cien por ciento de los dividendos a financiar proyectos de agua potable en las zonas más pobres.

Siempre hay una inspiración para crear algo, ¿cuál fue la tuya en este caso?


Estuve becado en la Universidad de Melbourne, en Australia, donde estudié Economía. En cierta ocasión, hubo una conferencia en la que un chico famoso, Hugh Evans, me preguntó qué problema me apasionaba, y le respondí que era injusto que haya una persona que no pueda tomar un vaso con agua, que existen 8 millones que no tienen agua potable en el Perú, y él me dijo que tenía 8 millones de razones para regresar a mi país.

¿En algún momento de tu vida quisiste hacer otra cosa?

Claro que sí. Cuando me fui a Australia, pensaba en trabajar en temas de banca corporativa, en empresas grandes, pero cuando viajé por el Perú, vi realidades distintas y eso me inspiró a emprender.

¿Con cuánto capital comenzaste?

Emprender una marca de agua embotellada requiere una inversión de, aproximadamente, 2.5 millones de dólares, incluida una planta embotelladora. Nosotros establecimos alianzas importantes desde el inicio con la familia Añaños, con Scotiabank, para que nuestro presupuesto sea de 130 mil soles para empezar. Yo tenía menos de mil soles en los bolsillos. Empecé con la idea cuando tenía 21 años, pero la primera botella que vi fue en el 2013. Estuve como dos años y medio buscando empresas que apuesten por nosotros.

¿Qué significa Yaqua?

‘Yaqu’ significa ‘agua’ en quechua, la ‘a’ es por ‘agua’. El problema a resolver era cómo vender esta marca para generar más ‘yaqu’ en las zonas alto andinas.

¿Cuál es la principal traba que tuviste al empezar?


La principal fue dar a conocer este modelo, porque nadie me creía que pudiera existir una empresa que en lugar de hacer dinero para uno mismo, destine el cien por ciento de sus dividendos a un propósito.

¿Qué reto tuviste para ingresar al mercado?

Dar a conocer en qué consistía mi proyecto. Sin embargo, poco a poco se fueron apasionando por el tema, y fue así que logramos tener un consejo consultivo de alto vuelo y con un grupo de empresas importantes detrás. Eso le dio solidez.

Ahora que este producto es masivo, ¿en qué etapa se encuentra?

Estamos en la etapa de escalamiento de ventas, entramos a nuevos formatos de presentación para llegar a nuevos tipos de clientes.

CHIQUITITAS

¿Qué características debe tener un emprendedor?

Tiene que ser muy apasionado por lo que hace, enfocarse en las necesidades del consumidor, porque al cliente le importa que le den beneficios. Si buscan resolver un problema social, tienen que ser testigos de primera mano.

¿Dónde se distribuyen tus productos?

Desde Puno hasta Iquitos, estamos en todos los departamentos, en supermercados, farmacias, grifos, restaurantes, hoteles y universidades.

¿Dónde está su planta?

Ahora ‘maquilamos’, es decir, el producto se hace en la planta de los Añaños, en la industria San Miguel, en Huaura.

¿Cuál es la frase que te caracteriza?

Una frase que me apasiona mucho es esta: “El lugar donde naces no define el éxito que puedes tener”. Yo nací en Los Olivos y salía todos los días a las 5:30 de la mañana hasta La Molina, mis padres trabajaron mucho para pagarme un colegio que me dio la oportunidad de estudiar en Estados Unidos y conocer la India. También me gusta esta: “Cuando alguien te diga que el cielo es el límite, recuerda que el hombre llegó a la luna”.

Consejos: Pónganle pasión a sus emprendimientos, cualquier acción que hagan no es un sacrificio, porque ganan mucho y no pierden nada.

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