Una de las películas mexicanas más controversiales que dividió el público es ‘’’'. El film estrenado en 2002 tocó las fibras más sensibles de los espectadores al mostrar cómo es tratada la sexualidad en la religión católica, un tema tabú de la época.

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Debido a la genialidad de su historia e interpretación de los personajes, el director de la película Carlos Carrera recibió más de cinco premios Ariel, entre ellos destacan la categoría de Mejor película, coactuación femenina, sonido, vestuario y guión adaptado.

El éxito de este proyecto también se vio reflejado en sus protagonistas, Gael García Bernal y Ana Claudia Talancón, quienes ya venían construyendo su carrera en la industria cinematográfica. Los jóvenes actores fueron reconocidos mundialmente y a la vez fueron punto de controversias, especialmente Talancón, quien tuvo que lidiar con el rechazo de su familia.

NO LA APOYARON

En una entrevista del programa ‘’Tu-Night’', Ana Claudia contó que después de estrenarse la película algunos de sus familiares se rehusaron a asistir a los cines y ver ‘’El crimen del padre Amaro’', pues decían sentirse ofendidos.

“Fue todo un rollo, la verdad, con mi familia también. Muchas personas de mi familia ni siquiera quisieron ir a ver la película (...) Al principio sí (se ofendieron), ya después se dieron cuenta que realmente, pues soy actriz”, reveló a Omar Chaparro.

¿EL CRIMEN DEL PADRE AMARO FUE CENSURADO?

Según informó Talancon, el film fue tan controversial que terminó siendo la primera cinta mexicana en ser vetada por la iglesia católica en todo el mundo; así mismo, impulsó su carrera actoral:

“Con El crimen del padre Amaro llegué de hecho aquí a Estados Unidos, estuvimos nominados a los Golden Globes y Oscar, y así fue como llegué a Los Ángeles”.

UNA PELÍCULA CONTROVERSIAL

La artista también confesó en el programa ‘’TAP: Taller de Actores Profesionales’', emitido por Canal Once, que nunca llegó a pensar en todo el enorme debate que la película generaría:

“La verdad ni me puse a pensar en eso, yo estaba fascinada de hacer películas (...) Es un hombre tímido (Carlos Carrera) de entrada, entonces me acuerdo que él trataba de no decirme mucho como para no contaminarme, pero siempre pasaba que él me decía: ‘Ahora hazlo...’ y yo le completaba: ‘¿Quieres que le haga más por este lado?”, contó.

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