regresó de su viaje por Europa con la lección aprendida, pues cuenta que sus futuras excursiones las hará con una amiga, ya que en Venecia se sintió acosada por un chibolo que la seguía por las calles de esa ciudad a la una de la madrugada y que en París vivió una experiencia similar.

MIRA ESTO: Ethel Pozo comparte el preciso momento que va al altar con Gisela Valcárcel: “Del brazo de mi mami”

Daysi, cuéntame de tu viaje...

Fue hermoso. Primero estuve en Madrid, luego París, aquí estuve más tiempo, después pasé a Roma, viajé a Florencia, Venecia y otras ciudades más, pero todo el trayecto estuve sola y me prometí que la próxima vez no viajo sola porque es muy peligroso.

¿Mucho asedio?

Mis amigas me decían que hay muchos ‘hombres lobo’ por ahí, pero lo que hay son ‘lobeznos’, porque los chibolos son los que se pegan cuando ven a una mujer independiente, madura, empoderada. Aparte da un poquito de miedo, porque a mí, en Venecia, un chico empezó a acosarme al punto de que dije ‘esto es malo’, me seguía y seguía, tenía un aspecto extraño y era como la una de la mañana, porque me había quedado viendo un show de ópera en la plaza principal de Venecia. Entonces, a esa hora me regresaba sola al hotel, yo volteaba y este tipo me seguía y no había un bendito policía, como acá, para decirle... así que solo aceleré el paso.

¡Qué nervios!...

Horrible. Dije nunca más en mi vida viajo así. Esa fue la única cosita extraña que me pasó y bueno, en París igual. Una no puede estar sola, tranquila, tomándose un trago, porque se te acercan como moscas. Me pregunté ¿qué, soy la abeja reina? No es que me ‘panudee’, pero es lo que me pasó y eso que no estaba producida (ríe). Se te pegan al ver que eres extranjera.

LEE ESTO: Natalie Vértiz y su romántico vestido para la boda de Ethel y Julián

¿Estás sola sentimentalmente?

Estoy sola, pero como es el dicho: Sola, pero no desatendida, por ahí hay una cosita.

Vi tus fotos con tus hijos, ya son unos jovencitos.

Sí, unos caballeritos, aunque para mí siempre serán unos chiquitines. Uno ya tiene 22 y el otro 17 años. Antes yo me agachaba a darles un beso, ahora me tengo que estirar y no los alcanzo ni con tacos para besarlos. Están hermosos, bendecidos y felices.

¿Y te llevas bien con Mauricio (Diez Canseco)?

Con Mauricio bien, alas y buen viento. Todo tranquilo.

Se volvió a casar

Imagínate. Yo miro nomás y me rio; ¡Dios Padre, que sea tu santa voluntad!

Daysi Ontaneda (1)

MÁS INFORMACIÓN:

Contenido sugerido

Contenido GEC