SE HIZO JUSTICIA. En el año 2017, , denunció a su expareja Juan Jorge Mendoza Pérez por violencia doméstica. Hoy esa historia llega a su final luego que el 16 Juzgado Penal Liquidador de la Corte Superior de Justicia de Lima lo condenara 1 año y 8 meses de prisión suspendida por el delito de lesiones leves.

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Al respecto, la comunicadora se pronunció a través de su cuenta de Twitter y agradeció a su familia y amigos por su apoyo incondicional. Asimismo, también se mostró agradecida con su casa televisiva de Latina.

“A Latina por dejarme seguir haciendo lo que sé. Soy periodista hace 15 años y estoy orgullosa de la carrera que he construido. Una que comenzó mucho antes de llegar a una comisaria en setiembre de 2017, escribió.

Álvarez precisó que “no ha sido fácil tras varios años de peritajes, declaraciones, dolor y desesperanza”. Señaló que cada paso comprobó la denuncia que le interpuso.

Aquellos incrédulos o con agenda propia, que me descalifican agrediéndome porque no calzo en su estereotipo de cómo es y debe actuar una víctima, su falta de empatía y consecuencia, no es mi problema. El horror al que sobreviví no se lo deseo a nadie”, dijo.

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Soy afortunada de poder llevar tratamiento psicológico, neurológico, rehabilitación física. Tengo secuelas permanentes, pero no me definen. Estoy orgullosa de haberme reconstruido, tener una vida plena, sana y feliz al lado de un hombre maravilloso. De formar una familia juntos”, agregó.

LORENA ENVÍA MENSAJE A LAS MUJERES

La periodista de Latina, Lorena Álvarez, también exhortó a las mujeres que estén pasando por una situación familiar a no callar y a denunciar a sus agresores.

“Si persistí es para dejarle una advertencia a las que puedan venir luego. Las denuncias y las sentencias permiten tener información. Yo no la tuve y pudo costarme la vida. Gracias a todos los que sin conocerme fueron solidarios. Por sus palabras de aliento en público y en privado”, escribió.

Este caso, esta historia, este capítulo de mi vida, llega a su final. No tengo más que decir al respecto porque me hace daño recordar. Pero que quede claro: en el Perú, hoy, un agresor, con mucho poder, ha sido sentenciado. Uno menos. Gracias a todos. Triunfó la verdad, finalizó.

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