Tilsa Lozano habló de muchas cosas con nosotros.
Tilsa Lozano

La brisa marina y el melodioso ruido de las olas ha hecho que se mimetice con el panorama, pues la ‘Vengadora’ recibió a Trome, por primera vez, en su departamento ubicado en la playa Señoritas (Punta Hermosa), sin una gota de maquillaje, los cabellos mojados y ‘pata al piso’ como le gusta andar. Antes de empezar la entrevista, nos ofrece un cafecito y luego le pide a su estilista Willy que haga la ‘magia’, mientras que su mejor amiga Camila la asesora sobre el vestuario que va a usar para la sesión de fotos.

Veo que te maquillan, peinan y padeces. Es increíble que una mujer que derrocha tanto glamour y sensualidad no pueda soportarlo.
Es mi secreto mejor guardado. Odio las pestañas, el maquillaje, no me gusta peinarme. Soy de pata calata al piso, me vas a encontrar así sin arreglarme porque me siento cómoda.

Entonces, lo que proyectas es solo una imagen.
Es parte del show, porque seguro que si subo así (sin producirse) al escenario, no me reconocen como me ha pasado muchas veces, pero lo bonito es que cuando me ven, dicen: Eres más joven en persona.

¿Eso te alimenta el ego?
Claro, me siento bien (guiña el ojo).

¿Qué edad tienes?
34. En octubre, en Halloween, es mi cumpleaños y cumpliré 35.

El ‘Día de las brujas’.
Sí, pero soy una bruja buena... aunque salgo a pasear en escoba de vez en cuando.

¿No haces hechizos malos?
No, ya no (ríe).

¿Cuándo acabó esa época?
Nunca. No me gustan esas cosas, creo en la energía positiva de las personas.

Bueno, se dice que cuando uno hace el bien recibe lo mismo.
Claro, la vida es un búmeran, lo que das es lo que recibes.

‘UNA SE HACE FUERTE’
En el ‘Dilema’ sorprendió que revelaras que fuiste víctima de violencia cuando siempre se te ve ‘apechugando’.

Lo que pasa es que uno no nace fuerte, se hace fuerte. Las cosas que te suceden en la vida, las malas, son las que te forman la personalidad. Siempre he dicho que no soy un ejemplo a seguir, que muchas de las cosas que hago no se deben seguir, pero si ese momento de debilidad (un exnovio le pegó) te sirve para que no te pase, bien.

Ahora, si alguien te dice algo, te ‘resbala’...
Claro. Uno va madurando, creciendo y solo te preocupas por tu núcleo familiar. En los años que tengo en el medio no me han visto en escándalos o metida con artistas.

Salvo lo que se hizo público y contaste (su relación con Juan Vargas).
Porque me dio la gana de contarlo, porque también pude hacer como taannnntas que se dan golpes en el pecho y dicen: ¿Yo? ¡Jamás! Creo que muchas personas pasan por situaciones similares, simplemente que algunas lo niegan o esconden. Para mí, fue un capítulo de mi vida recontrapasado y superado.

Pero no un error... porque la otra persona lo calificó así.
Esteeee, la verdad creo que errores o no, todo sirve para aprender. Cada uno vive su experiencia y la califica como quiere.

Entonces, ¿para ti fue algo bueno?
No, no estoy diciendo que haya sido algo bueno, solo digo que de todo se aprende, por algo me pasó, algo tuve que aprender y punto.

¿Y qué aprendiste?
A no ser tan coj… (ríe).

¿Sientes que el público te quiere?
Sí, siento mucho cariño y mucha gente que me criticó y dijo: ¡Cómo has podido decir esas cosas!, pero no sabes el apoyo que recibí a partir de ese día, sobre todo de las mujeres. Me decían: Hola, Tilsa... Mentiría si dijera que me insultaron, salvo lo que ocurre en los shows y que le pasa a todos.

No te calificaron como la amante, la ‘otra’...
No, generalmente las que dicen eso son las que quieren un titular fácil o tienen cero seguidores.

¿Por qué crees que al público le cuesta creer que estás completamente enamorada de ‘Miguelón’?
No creo que sea el público, creo que son tres o cuatro coj…,
perdón, chicas que quieren hacer su Año Nuevo, y Kurt (Villavicencio), pero qué sabe Kurt del amor. A él lo estimo mucho, es inteligente, pero cómo una persona que nunca tuvo pareja puede saber del amor. Él puede saber del desamor. El amor y desamor son cosas diferentes para los que nos hemos enamorado una vez y hemos tenido un desamor, sabemos la gran diferencia.

¿Y ‘Miguelón’ es el amor de tu vida o el gran amor de tu vida?
Miguel es el gran amor de mi vida. Miguel, fuera del amor, es el hombre de mi vida, que me enseñó lo que es el amor, no el desamor.

Como pareja, ¿cómo hacen para sobrellevar esa ‘carga’?
No te voy a decir que todo es lindo, no. Hay días maravillosos, otros no tan maravillosos; hay días que sale gente hablando en televisión y nos provoca mandar una carta notarial, pero no vamos a dejar que esas personas cambien nuestra relación porque no son nuestro colchón.

El año pasado se especuló que estaban separados.
Pero siempre he dicho que tuve y seguramente tendremos momentos buenos y malos, yo no creo en cuentos.

¿Nada del ‘príncipe azul’?
No, el que te diga eso te está estafando de acá a la China, allá tú si le crees ese ‘floro’. El amor se construye día a día con mucha paciencia.

¿Se piensan casar?
Yo sí, pero no sé si con él (ríe). La mujer que diga que no se quiere casar, miente. Los años pasan, vienen con peso y sobrepeso y hoy sí quiero casarme con vestido blanco y entrar a la iglesia.

¿Bebes licor?
Sí, me gusta tomarme mis tragos, con mi gente, amigos, pero no estoy todos los fines de semana en borracheras.

¿Cuántos tatuajes tienes?
Creo que siete.

¿Alguno de tu hija?
No, pero sí me quiero tatuar su nombre y fecha de nacimiento.

Y el de Miguel…
No, para mí eso es de mala suerte. Dicen que cuando te tatúas el nombre de la pareja o la inicial, nunca vas a ser feliz y he visto tantos casos en la farándula...

¿Te gustaría tener más hijos?
Sí, desde que tuve a Valentina me propuse disfrutarla y que me disfrute. A mí me afectó no poder dormir, era maravilloso el momento, pero Miguel hacía un ruido y yo: grrrr... Que aprenda a caminar fluido y ya le he dicho que en diciembre su perro y después su hermano. Cumple 2 años y ahí empezamos a ‘practicar’ con su papá. Ojalá sea un hombrecito, bueno lo que la vida me dé.

¿Por qué le dicen ‘Miguelón’ a tu pareja?
Porque así le dicen todos sus amigos. Cuando compré la torta (por su cumpleaños) no sabía si ponerle Miguelón o Miguelito.

¿Cómo te llama de cariño?
‘Mi amor’ o Tilita.

Ojalá te llegues a casar...
¡Sí! Yo también quiero... ya que se apure. Eso sí, no me voy a casar por canje, será algo sencillo porque no vamos a derrochar dinero, pues tenemos sueños de familia, pensamos construir una casa en el terreno que tenemos en el norte.

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