Cuando los dueños de Merlín, un gran danés gris, no sabían cómo controlar sus ladridos e intentos de ataque, buscaron a María José Rivera (30), dueña del Centro de Psicología Canina ‘Dog Balance’ y conocida como ‘la encantadora de perros peruana’.
Ella es capaz de modificar la conducta de ansiosos, inseguros, agresivos e hiperactivos. Le bastaron dos semanas para corregir a Merlín, y así lleva ayudando a otras 15 en su local de Surco.

Estudiaste Comunicaciones, ¿cómo decides dejar tu carrera para educar perros?
Cuando fui parte del problema. Tenía una perra que lloraba cuando la dejaba sola, entonces llamé a una entrenadora, ella me enseñó lo básico y luego quise ayudar a otras familias con sus perros. Cuando empecé a faltar al trabajo para pasear a las mascotas de otros decidí tomar esto en serio.

¿Te capacitaste?

Sí. Primero empecé como paseadora de 20 perros en Chile. Luego regresé a Perú y me fui a capacitar en Estados Unidos con César Millán (el encantador de perros) y otros entrenadores.

¿Cuál fue el mejor mensaje que te dio César Millán?
Como es un hombre muy conectado con la naturaleza, me dijo que lo más importante es conocerte a ti mismo y lo que proyectas.

¿Cuál es la denominación exacta de tu trabajo?
Soy especialista en conducta de perros o psicóloga canina, pero más allá del título, lo importante es que ayudo a los perros a mejorar su conducta y dar paz a la familia.

¿Por qué poner un centro y no hacer las sesiones a domicilio?
En Estados Unidos este método mejora la conducta del perro porque al estar fuera de casa se le enseña una rutina nueva e integral, pero cuando uno va al domicilio entrena al perro por horas y luego los dueños, al no seguir con las recomendaciones, no permiten avanzar con el entrenamiento.

¿Cuáles son los casos de conducta más comunes?
Perros reactivos, que reaccionan con ladridos o mordidas ante estímulos que no les gustan. Son canes inseguros que en lugar de recibir dirección, guía o liderazgo, han sido humanizados al ser tratados como hijos.

¿Es malo consentir a un perro?
Suena duro pero hay que tratar a los perros como lo que son. Ellos no necesitan que los lleves en la cartera, los vistas, les hagas una fiesta de cumpleaños, ellos no lo entienden ni disfrutan. Eso lo puede necesitar el humano, no ellos.

¿Qué conductas logras corregir?
La inseguridad, ansiedad de destruir cosas en la casa, que hagan la pila en lugares indebidos, que jalen la correa cuando pasean o cuando quieren atacar gente.

¿Todos estos comportamientos tienen cura?
No todas. Hay casos donde el perro ya pasó el límite y no puede cambiar, pero se pueden controlar. El tiempo varía, puede tomar de 2 a 8 semanas, todo depende del caso.

¿Cuántas veces te han mordido?
Muchas, tengo marcas en las manos, brazos y piernas.

¿Ninguno de estos ataques te hizo desistir de este trabajo?
No, por el contrario, me motivaban a seguir ayudando a estos perros y a mejorar cada vez, porque si me muerden es porque yo no percibí las señales.

También eres madre, ¿cuál de tus roles es más difícil?
Disfruto ambas cosas. Lo complicado es balancear los dos roles a la vez.

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