No hagas caso a lo que vocifere el conductor del otro vehículo.
No hagas caso a lo que vocifere el conductor del otro vehículo.

Ya sabemos que es uno de los males de la sociedad actual, que aparece en el trabajo, en nuestras relaciones y, como no, en la conducción: el estrés.
El propio hecho de manejar un automóvil ya supone una acción estresante en sí misma. Los embotellamientos, el ruido, los adelantamientos, el apuro, las multa, las discusiones con otros conductores o los pasajeros, en caso de hacer transporte público o taxi o hasta que se meta una mosca en el carro, nos estresa.

¿QUÉ HACER PARA HUIR DE ESA TENSIÓN?
La solución universal no existe, pero puede que alguno de estos consejos te ayude.
*Mantén una postura correcta. Estar incómodo también es causa de agobio.
*Canta. Hacerlo ayuda mucho a disipar los nervios. A otras personas les calma mejor la música relajante, así que a cada uno lo suyo.
*Autocontrol. Prepara tu mente los embotellamientos diarios. Descansa lo necesario y réstale importancia a lo que normalmente te preocupa.
*Respira hasta 3 veces profundamente. También sirve aquello de contar hasta 10. Eso te salvará de más de un episodio de estrés y mantendrás la calma.
*No hagas caso a lo que vocifere el conductor del otro vehículo.
*Evita elementos externos que afecten tu comportamiento como alcohol, tabaco, drogas o fármacos. Abusar del café y el té suele tener el mismo efecto.
*Busca relajarte conduciendo, es una práctica que en definitiva a todos nos gusta.

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