Uno de los desafíos más importantes para quien inicia un negocio es saber tratar a sus clientes. Estos esperan buenos servicios, precios especiales, tratos preferenciales u otros que estén adaptados a sus particularidades propias. Decir que todos necesitan lo mismo, es caer en un error que podría perjudicar la rentabilidad de la marca.

Como todos los clientes se comportan de una forma u otra, es tu labor saber diferenciarlos según su perfil.

El Consultorio Financiero de Mibanco te da a conocer qué tipos de clientes existen para que sepas .

El cliente negociador
Es un cliente exigente que siempre busca obtener un descuento, una promoción o un regalo, al inicio, durante y después de la conversación con el vendedor. A este tipo de cliente puedes ofrecerle participar en un sorteo vigente o ingresar a la base de datos del negocio para ofertas posteriores. De algún modo sentirá que le das un servicio preferencial.

El cliente impaciente
Es el cliente que dice no tener tiempo para nada y requiere que todo sea de manera veloz. Aunque a veces es imposible ceder a su presión y olvidarse de los demás clientes para atenderlo a él, es muy importante mantenerse cordiales en todo momento y hacerle sentir que se está atendiendo su solicitud.


El cliente renegón
Es la persona que de manera se acerca a un establecimiento para comprar algo. Aunque resulte difícil, no se le debe dejar de sonreír. Otro punto importante es informarse todo sobre el uso del producto o servicio que adquirirá, pues luego de efectuar la compra, no querrás que regrese a la tienda porque le surgió un imperfecto o se le dio un mal servicio. Que regrese, pero por una nueva compra.

El cliente indeciso
Es el cliente al que le cuesta demasiado tomar una decisión y necesita apoyo. A este tipo de persona no se le debe plantear demasiadas alternativas ya que en lugar de ayudarlo, se le confunde aún más.


El cliente que lo sabe todo
Son aquellos clientes que cuando compran siempre quieren tener la razón y se caracterizan porque siempre están descontentos con lo que ven. Si escogen un vestido, empiezan a mencionar que el diseño es lindo, pero la tela es muy mala. Si eligen una barra de chocolate, necesitan saber el porcentaje de cacao que contiene. Como negociante es preciso conocer bien el producto o servicio que se le ofrece, de lo contrario no estaremos preparados para este tipo de cliente.

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