Hasta hace pocos años se pensaba que el tema de infertilidad de una pareja era patrimonio único de la mujer. Quizá por machismo. Ahora se sabe que el varón también es parte del problema. En la mujer la evaluación y valoración de la infertilidad es más compleja, pues deben descartarse varios factores probables, como el factor tuboperitoneal, ovárico, uterino o vaginal, y practicarse muchos más exámenes, como la histerosalpingografía, histeroendosonografía, dosajes hormonales, seguimientos ovulatorios. En tanto, en el hombre, la es mucho más práctica y sencilla. 

Si bien el espermatograma no es el único examen para evaluar la fertilidad masculina, sí es la piedra angular.

Actualmente hay muchos más varones con problemas de fertilidad y estos, si bien pueden ser por causas genéticas, también pueden ser adquiridos o provocados por tóxicos medioambientales, tóxicos laborales, algunos medicamentos, estrés, tabaco, alcohol y drogas.

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