POR: Estefany Valladares

Naydis Vargas Lozada dice que no le tiene miedo a la muerte, pero cada vez que habla de su hija se le quiebra la voz. Cuando se pone el casco solo piensa en una sola cosa: que este acto no sea el último. Toda su vida la ha pasado entre , acróbatas y payasos en su natal

Hoy, con 33 años, es una de las grandes figuras femeninas del motocross circense en Latinoamérica, de las que se juegan la vida en cada show del globo de la muerte.

Es la primera vez que está en Perú y, como no podía ser de otra manera, se ha enamorado de la gente y la comida peruana. Naydis Vargas es parte del elenco del Circo Extremo Tour Urbano, en San Juan de Lurigancho, que iniciará funciones este 21 de julio y se quedará hasta el 21 de agosto.

Naydis, ¿cómo nace esta pasión tan peligrosa?

Es que la adrenalina la llevo en la sangre. Mi mamá era acróbata y mi papá, lanzador de cuchillos. Pero aprendí el motocross con mis primos. Son superexperimentados.

Y seguramente la mayoría son hombres…

Sí, bueno, es un deporte liderado por hombres, es verdad. Pero sabes qué, este deporte es liderado por el que quiera hacerlo. Sin importar géneros. Mírame a mí.

¿Te has sentido discriminada alguna vez?

La verdad es que no. Es porque siempre he trabajado con mi familia y todos son muy respetuosos.

¿Qué sientes cada vez que te subes a la moto?

Demasiada emoción. Es inexplicable. La adrenalina traspasa mi piel.

¿Le tienes miedo a la muerte?

No, pero sí me da miedo dejar sola a mi hija. Ella necesita a su madre.

¿Has tenido accidentes graves?

Felizmente, no. Sí he tenido caídas, pero nada que lamentar. El que está haciendo esto y diga que nunca se ha caído está mintiendo, ja, ja, ja.

En los actos grupales, ¿qué pasa cuando uno se cae?

Pues el show tiene que seguir. No puedes detenerte porque entonces los cuatro nos venimos abajo. Tienes que esquivarlo.

¿De niña también eras temeraria?

¡Ni de broma! Era muy tímida, muy insegura. Era la niña de circo que iba al colegio y todos mis compañeros sabían eso. Había chicos buenos y los malos me fastidiaban.

¿Qué te decían?

Se burlaban de mí. Me decían ‘A ver haz piruetas, acrobacias, mímicas, ¿eres payaso?’. No entendían que también era una niña como ellos.

¿Qué necesita una joven para dedicarse al motocross circense?

Que sea apasionada, que le encante la adrenalina, y que no sea distraída.

¿Tienes una cábala antes de empezar el show?

Sí, siempre oro y pido a Dios que Él sea quien conduzca mi moto. Me encomiendo a Él.

¿Ya te enamoraste de Perú o todavía?

¡Sí! Las personas aquí son muy amables y la comida es muy rica.

TE VA A INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC