El calor está insoportable, y no solo de día, también de noche. El que no nos deja conciliar el sueño. Nos movemos de un lado a otro de la cama, sudamos en exceso, nos levantamos a cada rato a tomar agua y renegamos por no estar en un paraíso fresco en ese momento.

Una excelente opción es el ventilador pero haz que el aire dé hacia la pared para evitar futuros resfríos. Aunque también hay otras opciones que te ayudarán a mantenerte fresco. De esta forma evitarás el calor y descansarás mejor.

UNA CENA FRESCA. Evita las comidas copiosas y calientes. Puedes optar por una ensalada fresca de verduras o , yogur helado con cereal, jugos de frutas fríos. El cuerpo usa los alimentos frescos y ricos en agua para eliminar el calor corporal.

SÁBANAS. Las de algodón facilitan la transpiración. También puedes meterlas en una bolsa de plástico, cerrarla bien y meterla en la refrigeradora por una hora. Luego extiéndelas en tu cama, te sentirás muy fresco. Es una idea algo loca pero muy efectiva.

PAÑOS HÚMEDOS. Ponlos en las zonas más sensibles al calor: cuello, codos, tobillos y cara posterior de las rodillas. Cámbialos cuando empiecen a ponerse tibios. Para ello debes tener un recipiente de agua fría cerca para enjuagar los paños.

APAGA TODO. Las luces y los artefactos hacen que la habitación acumule más calor. Unos minutos antes de acostarte apaga todo, puedes dejar encendida una lámpara pero con una luz muy tenue.

EVITA EL EJERCICIO. Al menos tres o cuatro horas antes de ir a dormir, ya que provoca un incremento de la temperatura corporal.

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