Algunas con la idea de salvaguardar la ‘unión familiar’, sin embargo no saben que con ello se condenan a tener una vida de sufrimiento que lejos de hacerle bien a su hijo, lo afecta.

“Es cierto que lo mejor es que la familia esté unida, pero si hay maltrato y la pareja no logra salvar la relación, lo mejor es separarse, pues los niños sufren más cuando ven a sus padres pelear”, dice Lorena Pastor, psicóloga de ‘Psicotrec’.
Agrega que existen padres divorciados que tienen hijos felices y que es normal que haya un período de adaptación y tristeza, pero se logra superar sobre todo si los progenitores se tratan con respeto.


OTRAS CAUSAS
Si bien el motivo principal es no separarse del esposo para que el hijo viva con su papá y mamá, también existen otras causas que pueden estar relacionadas con la dependencia económica y emocional hacia la pareja, la creencia de que no podrán rehacer su vida y una baja autoestima.

DESVENTAJAS
Así intentes maquillar la realidad, tus hijos se darán cuenta de que la relación de sus padres no está bien, peor aun cuando vean maltratos. Esto solo les dejará mensajes negativos: el niño creerá que es normal golpear a la mujer y la niña, que ella también debe soportar maltratos. Mejor da un mensaje ejemplar a tus engreídos y hazles saber que la violencia no se tolera.

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