¿Alguna vez te ha pasado que cuando quieres dormir tras un día agotador, no logras conciliar el ? Aunque en algunas personas esto se presenta de manera inusual, para otras es común, y aunque unos pocos logran descansar con tácticas mentales como leer un libro, mirar su celular o tomar un té, lo cierto es que el puede más.

Las horas que uno necesita descansar varían mucho de una persona a otra y por lo general están entre seis y ocho horas. Sin embargo, hay gente con ciertas características de personalidad que es más vulnerable e ingresa a un estado de ansiedad y preocupación cuando no puede descansar durante la noche.

¿Qué es el insomnio?

Es un trastorno del sueño que consiste en la reducción de la capacidad para dormir y es muy frecuente en la población. Éste puede presentarse de dos formas: insomnio de inicio, que es el problema para conciliar el sueño en menos de 30 minutos; y el insomnio de mantenimiento, que es la dificultad para mantenerse dormido produciéndose despertares nocturnos de 30 minutos o despertando definitivamente de un momento a otro.

Si una persona duerme mal durante varias noches y continúa su rutina sin preocuparse por ello, es poco probable que desarrolle un insomnio persistente. Pero si alguien que pasa la misma situación empieza a inquietarse demasiado por no poder descansar y sus consecuencias durante el día, podría entrar a un círculo vicioso de activación emocional y cognitiva, alterando más su sueño, esto según el Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid.

¿Cuáles son las causas del insomnio?

Estrés. El trabajo, la familia, la economía, el colegio y otras preocupaciones hacen que nuestra mente se mantenga activa durante la noche dificultando el sueño. Situaciones como la enfermedad de un pariente, pérdida de trabajo o una ruptura amorosa también causan insomnio.

Horarios de trabajo. Cambios en el horario de trabajo o viajes laborales hacen que el normal desarrollo de nuestras actividades sea alternado y con ello nuestro descanso.

Excederse en la alimentación nocturna. Si comes en exceso, mientras descanses puedes tener molestias físicas como acidez estomacal o flujo retrógrado de ácido y comida que harán que te mantengas despierto.

Malos hábitos de sueño. Las siestas durante el día, horarios irregulares al acostarse, estar pendiente del celular a la hora dormir, uso de la cama para trabajar, mirar televisión o estar en los videojuegos son algunas de las actividades que impiden descansar bien.

Medicamentos. Algunas medicinas para tratar otras molestias pueden afectar tu sueño. Entre ellos pueden estar los antidepresivos y medicamentos para el asma o la presión arterial. Incluso, productos para adelgazar te pueden quitar las ganas de dormir porque contienen cafeína y otros estimulantes.

Cafeína, nicotina y alcohol. Todas las bebidas con cafeína alteran el sueño si las bebes en horas de la tarde, muy cerca de la noche, o en la noche. Lo mismo ocurre con los productos de tabaco que son estimulantes, mientras que el alcohol impedirá que alcances las fases del sueño más profundo.

¿Cómo afecta el insomnio a tu vida?

El insomnio puede afectar de modo negativo la vida personal, social, laboral y otras áreas importantes de quienes lo padecen.

La falta de sueño puede conllevar a la ansiedad, o irritabilidad, asegura Alberto Sacristán, miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y vocal de la junta directiva del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito).

Por su parte, Milagros Merino, miembro de la Sociedad Española de Sueño, recomienda tener precaución a la hora de conducir un vehículo; ya que si uno no descansa lo suficiente, su nivel de concentración baja y pueden ocurrir accidentes de tránsito.

En el trabajo disminuirá tu rendimiento, te faltará concentración y sentirás mucho cansancio y falta de energía.

Te generará temor en las noches, a medida que se acerca la hora de dormir, ya que percibirás que no podrás descansar. El miedo crecerá cada vez más y estarás pensando cómo afrontar este problema los siguientes días.

Remedios caseros para el insomnio

Alimentos que facilitan un buen descanso. Los plátanos, los huevos o la leche al ser ricos en triptófano, ayudan a conciliar el sueño.

Valeriana: Tiene un alto poder sedante, por lo cual se recomienda tomarla sólo en la noche y con moderación.

Lechuga. Si estás padeciendo insomnio, prepárate un té de lechuga para dormir. Coloca a hervir el agua, al momento que este hirviendo pon hojas de la lechuga y déjalas hervir por cinco minutos, reposa 10 minutos y está lista para beberla.

Hojas de naranjo. Prepara una infusión y tómala media hora antes de irte a dormir para que haga efecto.

Tilo. Es relajante y somnífero. Se recomienda beber al día 2 o 3 tazas de té de tila en infusión, unos 15 minutos después de las comidas.

Pasiflora. Esta planta ayuda a mantener el sueño. Si eres de los que se despierta en la noche, no dudes en tomarla.

Amapola de California. Ayuda a tener un sueño placentero y evita que te despiertes en las noches.

Fragancias. Conserva las hojas o flores de lavanda, violeta, tilo, mirto, entre otros en una bolsita que puedes sujetarla a la almohada o funda interior.

Bañarse con agua caliente antes de dormir. Se recomienda que el baño dure diez minutos. Esto ayuda a ejercer una acción sedante en el sistema nervioso.

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