En el plano físico, ejercitarse además regula el azúcar en la sangre, ya que mejora la resistencia a la insulina. (Foto: Pixabay)
En el plano físico, ejercitarse además regula el azúcar en la sangre, ya que mejora la resistencia a la insulina. (Foto: Pixabay)

Más del 50% de la población peruana sufre de obesidad, según data del Ministerio de Salud, siendo las mujeres el grupo que más sufre de sobrepeso en nuestro país. La estadística indica que al menos tres de cada cinco padecen de esta enfermedad. Mientras en el caso de los hombres, uno de cada dos tiene exceso de grasa corporal.

Hacer actividad física de manera regular y sistemática es importante porque el cuerpo está diseñado para estar activo. Es por ello que ejercitarse de manera regular no sólo es un hábito saludable, sino que contribuye a prevenir enfermedades metabólicas, y a mantener una buena salud mental y emocional. 

"Al menos 20 minutos de ejercicio físico al día, en un esfuerzo medio alto, nos ayudará a segregar naturalmente las llamadas hormonas de la felicidad; como la endorfina, la oxitocina, la serotonina y la dopamina”, explica Vanna Pedraglio, coach física y embajadora de la marca Subaru.

En el plano físico, ejercitarse además regula el azúcar en la sangre, ya que mejora la resistencia a la insulina. Además, incrementa la salud ósea y mejora nuestro sistema cardiovascular, optimizando los procesos de irrigación y oxigenación de la sangre a todo el cuerpo.

Sin embargo, antes de aventurarte a probar alguna disciplina es importante que tengas en cuenta tu edad y tu estilo de vida, de ello dependerá el grado de intensidad al que debas someterte al iniciar la práctica de algún ejercicio. 

“En el caso de los deportes que impliquen intensidades muy altas, se recomienda practicarlo entre los 20 y 35 años, donde la regeneración corporal es mucha más rápida. Después de los 40 años, es mejor trabajar con nuestro propio peso corporal, para cuidar nuestros huesos”, indica.

Vanna además indica la importancia de inculcar estos hábitos desde pequeños. “El ejemplo se predica en casa. Los padres deben integrar a los niños en sus rutinas de ejercicio, en su amor por los espacios abiertos. Convertir los fines de semana no solo en tardes de ver películas, sino en una oportunidad de salir de casa y explorar nuevos espacios donde puedan divertirse a través de la actividad física”, finaliza.

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