Un golpe mundial se acaba de producir, una ‘bomba’ que ha enmudecido un país. , en su debut en el , ha perdido con el equipo más débil del Grupo ‘C’. Al que debía ganarle sin sudar mucho, con unos simples ‘chispazos’ de y uno que otro esfuerzo de sus compañeros. Pero perdió, los árabes humillaron al gran candidato y en la tierra del tango y los choripanes se trasladan a Italia 90, cuando ocurrió algo similar y cuando parecía que todo acabaría, en un triste paso, reaccionaron y llegaron hasta la final.

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En aquellos tiempos, el equipo ‘albiceleste’ era dirigido por Carlos Salvador Bilardo y liderado por Diego Armando Maradona. Su debut fue ante Camerún un 8 de junio en el estadio ‘Giuseppe Meazza’ de la ciudad de Milán. El gol lo marcó el camerunés Omam Biyik a los 67′.

Ese día, nadie habló que los africanos jugaron con una rudeza pocas veces vista, tampoco que debieron terminar con varios expulsados y que el ‘Pelusa’ fue el más golpeado y de manera pocas veces vista. Ese día quedó marcado como uno de los más dolorosos para los ‘gauchos’ y que pudo significar su retiro temprano de la competencia.

En ese plantel estaba un joven Claudio Caniggia, que ingresó en el segundo tiempo y fue quien pudo llevar a su país al empate. Seguía vigente Óscar Ruggeri y Jorge Luis Burruchaga. También integraba el banco de suplentes Sergio Goycochea, quien en el siguiente partido, ingresaría por el lesionado Nery Pumpido y terminaría siendo una figura del Mundial.

Después de abandonar el estadio, con la cabeza gacha y mordiendo la rabia, todo el grupo partió a la concentración en silencio y una vez que descendieron del bus que los trasladó, ninguno pasó por el comedor, se encerraron en sus piezas.

Solo el entrenador y su cuerpo técnico se juntaron para ver errores y rescatar las pocas virtudes. Y esa misma madrugada, cuando sus pupilos miraban el techo sin poder dormir, el ‘Narigón’ empezó a visitar cada pieza, para repetirles que ellos eran los campeones del mundo y su estirpe ganadora debería aparecer ante el siguiente rival que era Rusia.

Al día siguiente, cuando estaban listos para entrenar, aun con el ánimo por los suelos, Diego pidió la palabra y soltó una frase para la posterioridad: ‘Si quieren quitarnos la Copa, tendrán que arrancarnos al corazón’ y sus compañeros empezaron a reaccionar. Luego el profesor Bilardo también decidió dirigirse a los pupilos, pero no era momento de hablar de tácticas y estrategias, sino despertar su rebeldía. ‘Si nos eliminan, prefiero que el avión que nos regresa a casa se caiga y desaparecemos todos’.

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Cinco días después, en el estadio ‘San Paolo’ de Nápoles, cambiaba la historia. Sin brillar, pero con mucha actitud, ganaron 2:0 a los soviéticos con goles marcados por Pedro Troglio y Jorge Luis Burruchaga y con Claudio Caniggia desde el inicio.

Dejaron la sensación que todavía tenían mucho que mejorar en juego, pero que les sobraba actitud.

Hoy, que los cimientos de la concentración del equipo de Lionel Scaloni parecen temblar, es cuando deben aparecer los experimentados y sobre todo, es hora que Lionel Messi lleve el liderazgo que tiene en el campo, fuera de la cancha. Que la ‘Pulga’ se parezca más al ‘Pelusa’.

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