Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo con arroz blanco, perejil picadito, un punto de picante y una chicha morada fresquecita. “María, muchos adolescentes y jóvenes no conciben la vida hoy sin Internet ni las redes sociales. Prácticamente nacieron con ellas, así que las ven como parte de su existencia. No se alejan de sus Smartphones o Tablets ni cuando duermen. Casi todo lo que hacen lo publican en las redes sociales y, si pueden, cuelgan fotos hasta de lo que comen. Por eso, no sorprende la predilección de incontables chicos y chicas por tomarse fotos o grabarse con sus celulares mientras sostienen relaciones sexuales.

Sienten que así es más divertido, pero ellas olvidan que hacer eso es tan peligroso que puede arruinarles la vida. Solo un ejemplo: Hace unos días, una noticia proveniente de Italia dio la vuelta al mundo. Una bella joven, Tiziana Cantone, de 31 años,

Era la fantasía del tipo y ella quiso darle gusto. Pero pasó el tiempo y se separaron. Entonces, las candentes imágenes fueron publicadas en distintas páginas pornográficas de Internet. El cobarde, despechado, cometió semejante bajeza para ‘hacer que Tiziana vuelva a su lado’, como afirmó la madre de la joven muerta. Incluso, el video fue compartido miles de veces por WhatsApp.

La vida de la joven sufrió un terrible cambio: No podía ni salir de su casa porque la insultaban en la calle o le repetían: ‘¿Vas a grabar un video? ¡¡Bravo!!’, que es la frase que ella le dijo a su entonces novio en el video. Perdió el trabajo debido al escándalo, se sumió en una grave depresión y hasta tuvo que cambiarse de ciudad con la esperanza de encontrar paz. 

Pero todo era en vano porque su fama la siguió y hasta se hicieron camisetas, tazas y otros recuerdos con la famosa frasecita. Su vida se convirtió en un infierno tan terrible que intentó suicidarse dos veces. Lo consiguió a la tercera, colgándose en su casa. En nuestro país, muchas mujeres se han visto humilladas ante su familia, amistades, compañeros de trabajo y millones de desconocidos, al ser expuestas completamente desnudas en Internet por miserables ansiosos de venganza o de lucrar. 

Bailarinas, modelos, adolescentes, jóvenes y hasta señoras casadas han padecido ese sufrimiento. Los casos son muchos más de lo que se cree, y demuestran que las mujeres no pueden dejar que las graben en situaciones íntimas, pues corren grandes riesgos. Acá no vale que estén convencidas de que su pareja las ama, las respeta y es el amor de su vida. 

Cualquier relación sentimental puede terminar en el momento menos pensado, y entonces un video íntimo de una mujer, en las manos equivocadas, puede ser su perdición. No vale la pena arriesgarse”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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