Este Búho asiste a la caída de un jefe de Estado. La Fiscalía formalizó investigación preparatoria contra y pidió al Poder Judicial su detención preventiva por 18 meses. Pensaba que ya teníamos bastante con que Alberto Fujimori estuviera en prisión, sentenciado por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Somos un país de decepciones. No puedo olvidar cuando seguía la campaña electoral del ingeniero en 1990, para un diario que ahora yace en el ‘cementerio de papel’, y escuchaba al ‘Chinito’, en cada mitin, prometer un gobierno con ‘honradez, tecnología y trabajo’. Al final terminó huyendo en el avión presidencial y renunciando por fax. Después le descubrieron millonarias cuentas en el extranjero a su socio Vladimiro Montesinos

Ahora le tocó el turno a Alejandro Toledo. Me pregunto, como el título de una película del español Pedro Almodóvar: ‘¿Qué hemos hecho los peruanos para merecer esto?’. También seguí la campaña presidencial del ‘Cholo’ Toledo. Inclusive fui el primer periodista en llegar hasta Cabana y luego a Ferrer para rastrear las raíces de este hombre de origen humilde, que aseguraba que era economista graduado en Harvard. Esa fue su primera gran mentira. La asociación de alumnos de la Universidad de Harvard aclaró que Toledo nunca cursó estudios en esa prestigiosa universidad. La única vinculación que tiene con dicha casa de estudios es que fue miembro del Instituto de Harvard para el Desarrollo Internacional, en el año 1990. Nada más.

Primera gran mentira, para su suerte, en ese entonces a los candidatos no se les investigaba ni se les castigaba si mentían en su hoja de vida. Pero Alejandro Toledo ya empezaba muy mal. Resulta paradójico que un personaje, a quien hoy se le investiga por delitos de tráfico de influencias y por una coima de 20 millones de dólares con la empresa , saltara a la palestra luchando contra la corrupción del fujimorismo.

En el 2001, durante el fragor de la contienda electoral con Alan García, los periodistas Jaime Bayly y Álvaro Vargas Llosa destaparon un tema personal en la vida del candidato favorito: una niña piurana, llamada Zaraí, le reclamaba al ‘chakano’ que la reconociera como su hija. Se armó un gran escándalo. La niña era el retrato de su padre y las historias con la madre coincidían. Alejandro Toledo había tenido una relación con Lucrecia Orozco, madre de la niña y su secretaria. Cuando Lucrecia salió embarazada, se ‘hizo el loco’. 

La campaña presidencial fue el momento para que la niña reclamara públicamente, porque Alejandro Toledo la negaba. El caso Zaraí desnudó todo el histrionismo y justificó los calificativos de ‘mitómano’, que le ponían Bayly y Vargas Llosa hijo. Esa denuncia no impidió que el ‘Cholo’ derrotara a García. Pero la imagen del presidente estaba por los suelos, cuando se lucía en público como una ‘bonita familia’ con su hija Chantal y su esposa Eliane. La opinión pública se preguntaba: ¿Y Zaraí? Toledo estaba acorralado. Contra la voluntad de su esposa Eliane, una noche anunció al país: ‘Zaraí es mi hija, es una chica inteligente y tendrá todo mi apoyo moral y económico’. Increíble. ¿Dónde quedaba la palabra del candidato que negaba a la niña y aseguraba que era una venganza de Lucrecia?

Otra joyita es el famosísimo ‘secuestro’ del candidato en el hotel ‘Melody’. Según Eliane, su esposo salió a las ocho de la mañana y no regresó en todo el día y en toda la noche. Al rastrear los gastos de su tarjeta de crédito, la policía y la esposa supieron que había gastado catorce mil soles en diferentes consumos. Eliane denunció un ‘secuestro’ como parte de la campaña del Servicio de Inteligencia para filmarlo en un video pornográfico. Pero la verdad era otra. Alejandro Toledo había salido con cinco ‘muchachitas’ del local ‘Two Star’ y enrumbó al ‘Escarabajo’. 

Allí las mandó a comprar licores para él y perfumes y lencería fina para ellas. El empleado de la farmacia le contó a los investigadores del banco que Alejandro Toledo le firmó los vouchers en el ‘Escarabajo’ y luego en el hostal ‘Melody’: ‘Nadie lo obligó ni estaba secuestrado’. En el 2005, la revista ‘Caretas’ reveló el examen médico al que fue sometido Toledo en la clínica ‘San Pablo’. Los resultados eran intoxicación alcohólica, barbitúricos y restos de cocaína. Eliane quiso hacer pasar la ‘perdida’ de su esposo, como ‘secuestro’ para no pagar los catorce mil soles de consumo de la tarjeta. Y luego, armaron el ya clásico cuento del ‘rapto’ organizado por el SIN. Me quedé corto. Mañana continúo con ‘las perlitas’ de Toledo y sus tristemente célebres hermanos y sobrinos. Apago el televisor.

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