Andrés Calamaro, ídolo de la música argentina.
Andrés Calamaro, ídolo de la música argentina.

Este Búho es un fiel admirador de Andrés Calamaro y ya tiene en sus manos una entrada para verlo esta noche en el Festival Ciudad Rock, en el estadio ‘Monumental’. Pese a los años transcurridos, sigue vigente. La última vez que vi al ‘Salmón’ sobre un escenario en vivo fue en su visita a Lima en noviembre del 2010, cuando brindó un emotivo concierto en el Jockey Club. Ufff, ¡cómo pasan los años! 

En esas dos horas y media, miles de asistentes volvimos a recordar la edad de la inocencia. Había cincuentones, cuarentones, treintones, veinteañeros y hasta quinceañeros que no habían nacido cuando este Búho, en los años 80, desgastaba sin descanso en una vieja grabadora, un casete importado de Argentina de ‘Los abuelos de la nada’

En ese legendario grupo estaban grandes músicos como Miguel Abuelo, Gustavo Bazterrica, ‘Cachorro’ López, Daniel Melingo, Polo Corbella y un chibolo Andrés Calamaro. Miguel Abuelo era la voz principal y líder de la agrupación, pero Calamaro coló el tema más bello, que fue el hit del disco ‘Sin gamulán’. De esa época fueron ‘Mil horas’ y ‘Costumbres argentinas’, dos canciones que interpretó esa noche, veinte años después de aquella época dorada.

En esa ocasión, Andrés Calamaro nos regaló éxitos de todas sus etapas como compositor e intérprete. Por la música de Calamaro siempre circularán ríos de licor, pasión y amor, del bueno y del malo. El artista es idolatrado por su público en Lima, y lo sabe. Por eso, rindió un sentido homenaje a los rockeros argentinos que se fueron prematuramente. 

Esa noche fueron aplaudidos Miguel Abuelo Peralta, Pappo Napolitano, Polo Corbella, el gran Luca Prodan, de ‘Sumo’, y Federico Moura, de ‘Virus’. Este último fue el más ovacionado por el emocionado público que lo recordaba por tantos éxitos, como ‘Imágenes paganas’ o ‘Pronta entrega’, y por su presentación en ‘La feria del hogar’ en 1986, cuando llegó más delgado que nunca, pues el mortal Sida hacía estragos en él. 

Dos años después, en diciembre de 1988, moría víctima de esa terrible enfermedad. Solo meses antes se había ido de la misma manera el genial Miguel Abuelo, también por el mismo mal. Fueron dos pérdidas irreparables para el rock argentino. Esa noche de noviembre del 2010, Andrés Calamaro persistió en transportarnos a todos a los buenos recuerdos e interpretó temas como ‘No woman, no cry’ (Bob Marley), ‘Let it be’ (Paul McCartney), ‘Volver’ (Carlos Gardel), ‘Escalera al cielo’ (Led Zeppelin), ‘Gracias a la vida’ (Mercedes Sosa) y hasta ‘11 y 6’ (Fito Páez). 

Andrés Calamaro se despidió tres veces y volvió a salir ante los rugidos del respetable. Ese hombre dadivoso, minutos antes, había entonado en ‘Sin documentos’, “quiero ser el único que te muerda la boca/ quiero saber que la vida contigo no va a terminar... ¡porque sí, porque sí, porque sí!” Apago el televisor.

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