Hay mucha inseguridad ciudadana en el Perú.
Hay mucha inseguridad ciudadana en el Perú.

Este Búho y los peruanos de bien de todos los estratos sociales estamos, francamente, hartos de la inseguridad ciudadana. Delincuentes peruanos, venezolanos, colombianos se pasean por las calles, cometiendo toda clase de fechorías: robos, secuestros, asesinatos en todos los distritos de Lima, desde La Molina, San Isidro o Surco, hasta Comas, Los Olivos o Carabayllo.

Pero hay una modalidad delictiva infame, que afecta a las personas más indefensas y de menos recursos. Son las ‘hienas del transporte público’. Inclusive, han matado impunemente a policías. Son aquellos que, fingiendo ser pasajeros, sacan sus armas y desvalijan lo poco que tienen a los usuarios. Generalmente atacan en los buses entre las cinco o seis de la mañana, o en la noche antes del toque de queda. Sus víctimas son sencillos trabajadores y sus botines son los celulares smartphone y sus pocos soles. Estas lacras son, en su mayoría, fumones que venden en la ‘cachina’ los celulares en cincuenta soles y esa plata, luego, se hace humo en sendos ‘tabacazos’ con la desquiciante pasta básica de cocaína. Por eso, en estos robos de poca monta, en ese estado funambulesco y paranoico, matan a policías que valientemente se les han enfrentado.

Este columnista no ve que las autoridades tengan un plan estructurado, serio, para combatir este flagelo. La muestra es que el anterior ministro del Interior, un administrador de hospitales en ¡¡la Fuerza Aerea!!, se tuvo que ir porque ante la muerte de trece personas en una Fiesta Covid se justificó, según sus propias palabras, ‘porque los policías me engañaron’. ¡¡Y dónde estaba su Servicio de Inteligencia!!

Con ese tipo de funcionarios seguiremos perdiendo esta batalla. Y lo peor es que no se ve a ningún candidato de los que están arriba en las encuestas presentando algunas soluciones o alternativas. El miércoles, un policía héroe impidió un asalto y mató a uno de esos ‘asalta micros’, que estaba descontrolado con su arma y agredía a la conductora de la unidad.

Cómo la delincuencia le estará ganando en terreno a la legalidad que la Policía Nacional guarda su nombre en reserva para evitar que los hampones busquen venganza. Pero también desconfían del Ministerio Público que, increíblemente, en estos casos de los últimos tiempos ¡¡toma partido y coloca de víctimas a los delincuentes, y pretende encerrar a los policías!! Cuando me enteré de este caso, recordé una película sobre un ciudadano que toma la justicia por sus propias manos.

5EL VENGADOR ANÓNIMO (1974): La controvertida realización del desaparecido director inglés Michael Winner, protagonizada por el ‘hombre rudo’ del cine, Charles Bronson. La historia se desarrolla en Nueva York. La esposa y la hija de Paul Kersey (Bronson), un exitoso arquitecto, son asaltadas en su departamento por tres delincuentes que violan a su engreída, quien queda en coma, y matan a su mujer. Como no encuentra justicia, decide tomarla él mismo. Así, armado con un tremendo revólver plateado, sale a las calles de noche a enfrentarse a sanguinarios delincuentes que asaltan a ancianos y mujeres. Kersey, herido en el alma por la pérdida de su esposa y el daño a su hija, se venga asesinando a las ‘cucarachas’ de la ciudad que solo provocan muerte y dolor. Sus acciones se difunden en los medios de comunicación y los ciudadanos se muestran felices de que alguien, al fin, haga algo contra los criminales que tienen a la urbe aterrorizada. La cinta tuvo un presupuesto de solo 3 millones de dólares y logró recaudar 22. Debido al éxito de taquilla se filmaron cuatro películas más. En todas actuó Bronson. Ojalá que no surjan vengadores anónimos en nuestro país y las autoridades hagan por fin su trabajo.

Apago el televisor.


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