Aeste Búho le escriben jóvenes de las universidades y le dicen algo así como: “Búho, tú eres viejo y mujeriego y te gustan tus agüitas como a Bukowski”. Yo solo sonrío. No soy un genio como el gran , quien en sus escritos tenía como ‘alter ego’ al alucinante Henry Chinaski. Recuerdo que cuando era un joven de veinte años y caminaba por el patio de Letras de San Marcos rumbo al estadio, a leer uno de los textos del genial escritor, la más guapa de la facultad me metió una cachetada y me gritó: ‘¡Prefieres a ese viejo indecente y lisuriento que a mí, que soy la mamacita de Ciencias Sociales!’. Efectivamente, Mechita era la más deseada, pero la vi hace algunos días en el Jirón de la Unión, estaba muy cambiada. ‘El tiempo es implacable’, pensé. ‘Me divorcié, amor, ¿no te acuerdas de lo que hacíamos tú y yo en el estadio?’. La invité a comer una parrilla, conversamos y nos despedimos. Fue en ese momento que me fui al jirón Quilca. Ahora, en este nuevo 2018, les voy a presentar parte de la imprescindible bibliografía de Bukowski, como para que busquen más libros de este escritor de culto.

ESCRITOS DE UN VIEJO INDECENTE (1969)
Una chanchita de las columnas del maestro en el diario Open City de Los Ángeles, entre 1967 y 1969. En los artículos, Bukowski narra episodios de su vida triste, indecente y alcohólica, pero sobre todo, de las mujeres que amó y desamó.

CARTERO (1971)
Su bebito putativo. La primera novela donde relata sus pasajes siendo justamente cartero, en el ambiente de los años (en total 13, pero no seguidos) que pasó chambeando en la oficina de correos en Los Ángeles, donde era caserito de los perros, que cada vez que lo veían, lo mordían. Allí nace su ‘alter ego’, Henry Chinaski, el espejo que protagonizará los cuentos y novelas futuras. Era el eterno perdedor, pero lo curaba todo con sus interminables borracheras.

ERECCIONES, EYACULACIONES, EXHIBICIONES (1972)
Este es el primer libro de cuentos de Bukowski, donde se incluyen 19 fogosas historias. Aquí es donde se desnuda como un vil voyeurista de hoteles baratos, siendo sus objetos sexuales no bellezas, sino mujeres feas y gordas.

FACTÓTUM (1975)

Aquí se ve a un Henry Chinaski lateando por las calles de Los Ángeles en 1944, tras ser rechazado por el ejército ‘yanqui’ para ir a la Segunda Guerra Mundial. Chinaski se pasa la vida tratando de encontrar lo que parece una utopía: un trabajo que le permita seguir escribiendo.

MUJERES (1978)
Su obra maestra, la mejor. Protagonizada una vez más por el travieso Henry Chinaski, esta vez, en su vida posterior al lumpen del escritor pobre. Chinaski continúa sus aventuras fugaces con mujeres y borracheras imperecederas. Él las ama a todas, pero a cambio también sufre traiciones, las cuales el viejo indecente supera con elegancia.

LA SENDA DEL PERDEDOR (1982)

Novela donde refleja su cruda infancia y juventud, durante el periodo de la gran depresión. Un reflejo de su propia experiencia de pobre diablo, con la que cautiva a todos sus lectores.
Me he quedado corto. Faltaron las dos últimas grandes novelas de mi tío, sobre todo ‘Hollywood’, porque con esta, actores como Sean Penn le dieron su última sepultura. Apago el televisor.

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