Este Búho se levantó tempranito ayer, domingo. luego del del sábado, me puse a recorrer la ciudad y regresé en auto a Cajamarca. La carretera es algo peligrosa y el chofer me contó que siempre hay accidentes en ese lugar por la falta de alumbrado público.

Al día siguiente, abrí la ventana del hotel ‘La Casona del Inca’, en plena Plaza de Armas. Es una casa antigua que fue remodelada para brindar el servicio de hospedaje. Pero desde que empezó la pandemia -me cuentan- la clientela ha bajado. El turismo ha sido uno de los rubros más golpeados.

La ciudad, rodeada de arquitectura colonial barroca, esta vacía, pese al domingo. Los museos como el ‘Cuarto de Rescate’, lugar donde mantuvieron prisionero al inca Atahualpa, colinas y santuarios, también permanecen cerrados por la emergencia sanitaria. Mucha gente vive del turismo y solo esperan que pronto superemos a la pandemia para que se reactive la economía. De eso viven.

Conversando con el vendedor de artesanía, el canillita que vende y el taxista que me llevó al aeropuerto, pude comprobar que muchos ‘cajachos’ están descontentos con . Lo critican duramente y acusan de haber utilizado a Chota y Cajamarca para su beneficio personal, pues cuentan que visita muy poco ese lugar. ‘Tenemos que seguir trabajando, si no hay turismo, no hay ventas, a nosotros no nos ha llegado ningún bono del gobierno’, me dicen.

Me puse a pensar en el terrorífico plan de gobierno de Perú Libre, que en realidad es un ideario de , una propuesta radical que habla de nacionalización o estatización del gas, del cobre, del oro y plantea una segunda reforma agraria.

Realmente son frases del siglo pasado. ¿Ustedes creen que esa propuesta radical generará más empleo para los millones de peruanos? Eso ya lo vivimos en la dictadura militar del general con funestas consecuencias. Así también empezó Hugo Chavez en Venezuela y ha convertido a un país rico en petróleo en una nación devastada por el hambre y la miseria, al punto que más de 5 millones de ‘llaneros’ han tenido que escapar de esa triste realidad. Ese modelo social y económico ha fracasado en el mundo, solo enriquece a las cúpulas de gobernantes y los que más sufren son los pobres.

El país necesita inversión privada para crecer, para que más gente salga de la pobreza, pero sin democracia y libertades nunca sería posible. Sin libertad de expresión sería imposible fiscalizarlos. Son unos aventureros radicales y los tiempos de crisis en el Perú requieren equipos de primer nivel para afrontar los enormes desafíos.

Repito, ese es el problema de los llamados ‘outsiders’ que llegan a una segunda vuelta sin saber cómo, sin tener un programa de gobierno, ni equipo técnico, y lo van armando con retazos y siempre mal. Una cosa es gritar cualquier paporreta en una plazuela y otra explicar cómo vas a plasmar las promesas que ofreciste en el mitin.

En Chota el profesor dijo que no habría importaciones. Una locura total, pues en respuesta otros países nos cerrarían sus fronteras y no podríamos vender al extranjero. ¡Cuánto desempleo acarrearía eso! Sin contar que acá los precios de los productos existentes se dispararían. La economía es muy delicada como para dejarla en manos de un proyecto irracional.

Tras la , dada a conocer anoche por ‘Cuarto Poder’, queda claro que nada está dicho, pues la ventaja de Castillo sobre Keiko se acortó a nueve puntos cuando falta poco más de un mes para ir a las urnas. El destino de un país está en juego y hay que pensar muy bien antes de votar. El Perú no puede volver al atraso del estatismo, las expropiaciones y el recorte de las libertades. Se necesita la inversión privada que genere más puestos de trabajo, vacunas, hospitales y oxígeno. Apago el televisor.

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