Este tiene más de tres décadas siguiendo la política peruana como reportero, cronista o columnista. Y si algo he aprendido en todos estos años es a desconfiar de los políticos y mantener distancia. No me reúno con ellos, no trabajo para ellos ni son mis amigos.

Eso sí, me llaman la atención los candidatos que cambian sus propuestas según la ocasión, con el simple objetivo de obtener votos. Apelan a una suerte de ‘viveza criolla’ y se amparan en que el pueblo todavía no los conoce o les da el beneficio de la duda.

PEDRO CASTILLO

Pedro Castillo ganó la primera vuelta con un programa radical que más parecía una lista de amenazas. Pero ni bien pasó a la segunda vuelta y los medios empezaron a ‘darle vueltas’ a su programa radical, cambió de estrategia. Se negó a hablar con los medios y concedió muy pocas entrevistas.

Fue allí que salieron a la luz las clamorosas omisiones de un ‘programa’ que no contenía ni una palabra sobre cómo enfrentar la pandemia y cómo resolver el problema de la ausencia de vacunas, al punto que para salir del paso dijo: ‘Ahorita no te lo puedo decir, pero te prometo que en otro momento en tu programa te respondo’.

Francamente, ese tipo de ‘salidas’ son preocupantes, que el candidato que está arriba en los sondeos no tenga ni idea de cómo resolver el principal problema del país, que es la pandemia.

El cajamarquino ‘está mutando’. Pasó de ser beligerante y amenazador, a modular la voz, llamar ‘amigos’ a los empresarios. Hoy utiliza palabras antes vetadas en su vocabulario, como ‘tender puentes’, ‘concertar’.

En un cambio de 180 grados, niega que cerrará el Congreso y hasta desautoriza a su creador: Vladimir Cerrón. Un agudo analista se preguntaba si esta transformación era en realidad sincera o una estrategia.

Ese es el problema de los llamados ‘outsiders’ que llegan a una segunda vuelta como un cohete, siempre en tiempo de crisis, sin tener un programa de gobierno, ni equipo técnico, y lo van armando con retazos y siempre mal.

llegó a la presidencia con Máximo San Román y los evangelistas y luego se deshizo de ellos de inmediato (¿Cómo hará Castillo con Cerrón?). Le ganó a Vargas Llosa diciendo que el novelista iba a hacer un ‘shock económico’ y lo primero que hizo él fue ejecutarlo y más traumático todavía. Por eso debemos aprender de las experiencias y con justa razón uno puede poner en duda las nuevas ‘promesas’ del candidato.

Por ejemplo, los más de cuatro millones de aportantes a las AFP no pueden dormir porque el líder de Perú Libre anunció en sus mítines y declaraciones que ‘va a desaparecerlas’, y en su lugar creará un ‘ente estatal’ donde fusionará esos aportes privados con los de la ONP (que está quebrado) ‘para que sean más justos para todos’.

¿Es justo que los fondos individuales de trabajadores que aportaron más de veinticinco años parte de su sueldo mensual para tener una vejez digna, tengan que compartirlos en un fondo común? Esas preguntas debería responder el candidato. Es más, debería firmar una ‘hoja de ruta’, como les recomienda César Acuña.

En ella, el izquierdista debería comprometerse, entre otras cosas, a no tocar los fondos de los trabajadores aportantes de las AFP, respetar la democracia, no intervenir los medios de comunicación y respetar la libertad de expresión.

KEIKO FUJIMORI

La otra candidata, Keiko Fujimori, también debería darse cuenta de que en campaña tan atípica como esta, donde los dos contendores tienen un fuerte ‘antivoto’ y tremendos ‘chicharrones’. En vez de atacar todo el tiempo al rival y sus ‘padrinos’ como Evo, debería mostrar en público que verdaderamente no solo está arrepentida de sus errores en la conducción de Fuerza Popular que desencadenaron la caída de PPK, sino también por escrito someterse a las investigaciones fiscales en su contra y respaldar el trabajo de los fiscales anticorrupción del caso Lava Jato.

Hay mucho indeciso que podría ver con buenos ojos un genuino y sincero ‘mea culpa’ de la candidata. Aún nada está dicho en esta segunda vuelta. El país no puede volver a épocas oscuras, de expropiación y estatización, que ya las vivimos y solo traerán atraso al Perú. Necesitamos inversión privada, amplias libertades y progreso. Eso tendremos que decidir el 6 de junio. Apago el televisor.

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