El juez Jorge Chávez Tamariz se pronunció hoy sobre el pedido de prisión preventiva contra Humberto Abanto y otros abogados que arbitraron a favor de Odebrecht. (Foto: Rolly Reyna / GEC)
El juez Jorge Chávez Tamariz se pronunció hoy sobre el pedido de prisión preventiva contra Humberto Abanto y otros abogados que arbitraron a favor de Odebrecht. (Foto: Rolly Reyna / GEC)

Este Búho piensa que un ciudadano que no está familiarizado con la actualidad política y ve las fotos de catorce individuos en las portadas de todos los periódicos, seguramente pensará que son ‘Los más buscados’ por el Ministerio del Interior o son de la banda de ‘Los elegantes’.

Pero nada que ver, todos esos enternados, muchos de ellos integrantes de los más exclusivos bufetes de Lima, son investigados por el Equipo Especial Lava Jato por presuntamente haber recibido más de ¡¡dos millones de dólares!! de Odebrecht para favorecer a la ‘corruptora’ brasileña en sus ‘laudos arbitrales’. Entre ellos se encuentra el controvertido y mediático abogado de Jaime Yoshiyama, Humberto Abanto. Todos estos ‘árbitros’ recibieron la ‘tarjeta roja’ del juez Jorge Chávez y afrontarán la investigación fiscal con prisión preventiva de 18 meses. Este columnista, al ver la escena de los profesionales llevados por la policía a la carceleta, no pudo evitar evocar algún filme de Hollywood, donde distinguidos hombres de derecho ‘cruzan la línea’ e ingresan al mundo del delito.

CARLITO’S WAY (1993): Obra maestra de Brian De Palma. Una historia de amistad, lealtad y traición entre el peligroso narcotraficante neoyorquino Carlito Brigante (Al Pacino), condenado a treinta años de prisión en ‘Sing Sing’, y el ‘cerebrito’ abogado judío Dave Kleinfeld (extraordinaria actuación de Sean Pean). El primero logra salir de la cárcel en cinco años gracias a las triquiñuelas y leguleyadas del letrado. Brigante lo idolatra. “Nunca hubiera resistido treinta años, me salvaste la vida, hermano, te estaré eternamente agradecido”, le dice en tragos. Lo que no sabía Carlito era que el ‘lorna’ Kleinfeld se hace rico siendo abogado de grandes capos de la mafia, a los que ‘lava dinero’ y les exige millones de dólares para sobornos de jueces, pero se apropia de esa plata y los deja pudrirse en prisión, por lo que es amenazado de muerte. Asustado, le pide ayuda a Brigante. Este le pone como guardaespaldas de confianza a ‘Pachanga’ (notable Luis Guzmán). Cuando el protagonista consigue dinero suficiente como gerente de la discoteca del ‘Gordo Saso’ (Jorge Porcel) para retirarse con su bella novia de juventud a Bahamas, su abogado, consumidor compulsivo de cocaína, le implora que lo ayude a sacar de la cárcel a un narco italiano que lo amenaza de muerte. Su novia le ruega que no lo ayude, pero este es leal y agradecido. Sin embargo, el rescate sale mal y el paranoico abogado coqueado asesina al jefe de la mafia y a su hijo. Perseguido a muerte por la mafia italiana que sabe que participó en el doble asesinato, va a encarar al abogado traidor, quien todavía se burla de sus ‘códigos de lealtad callejera’. El exmafioso le dice una gran verdad antes de dejarlo a merced de los gatilleros italianos: ‘Dave, tu eres un abogado, nunca serás un mafioso, ya es muy tarde para aprender. Acabas de cruzar la línea’.

THE FIRM (FACHADA, 1993): Dirigida por Sydney Pollack, el filme narra la historia de un joven de familia de escasos recursos, ‘Mitch’ McDeere (Tom Cruise en sus buenas épocas), quien culminó con honores sus estudios de Derecho en la prestigiosa Harvard y cuando todos pensaban que iba a aceptar una de las propuestas de los grandes bufetes de abogados de Nueva York, recibe la suculenta proposición de un estudio de Memphis. Allí se traslada con su bella esposa ‘Abby’. El segundo en el mando de la firma, Avery Tolar (impecable Gene Hackman), es un veterano abogado que se siente atraído por su joven esposa. Pero después que el joven neoyorquino deslumbra con su trabajo, se entera que dos abogados del estudio mueren en una extraña explosión en un yate. ‘Mitch’ es interceptado por agentes del FBI que le abren los ojos: “La firma es el brazo legal de la temible familia Moratto de Chicago, donde lavan dinero ilegal”. Luego descubre que les habían sembrado micrófonos para escuchar las conversaciones con su esposa. Asqueado, buscará una fórmula para conseguir pruebas para el FBI y no morir en el intento. Excelente adaptación de la novela de John Grisham. Varios de esos abogados me hicieron recordar a los ‘bogas’ peruanos a los que Barata les colocaba sus graciosos codinomes. Apago el televisor.

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