El ex presidente de Perú, Francisco Morales Bermúdez. (GEC)
El ex presidente de Perú, Francisco Morales Bermúdez. (GEC)

Este Búho recibe correos de jóvenes lectores que le preguntan: ‘Búho, no entendemos cómo la Justicia de Italia puede ratificar una condena a un expresidente peruano, Francisco Morales Bermúdez, por el asesinato de italianos en el ‘Plan Cóndor’. ¿Puedes explicarnos ese episodio de nuestra historia?, pues no habíamos nacido en la época del gobierno militar’. Como me debo a mis lectores, trataré de ser lo más didáctico posible en este pasaje tenebroso no solo de la historia del Perú, sino también de países vecinos como Chile, Bolivia, Argentina y Uruguay.

LA DICTADURA MILITAR: En 1968 se produjo en el país un golpe militar que colocó en el poder al general Juan Velasco Alvarado, quien imprimió a su gobierno un tono autoritario ‘de izquierda’, expropió haciendas agroexportadoras y fundos para realizar una fracasada reforma agraria, despojó a los medios de comunicación de sus legítimos propietarios y, sin libertad de prensa, su gobierno comenzó a debilitarse por las protestas sociales y por la propia enfermedad de Velasco.

En agosto de 1975, cuando él había deportado y encarcelado a líderes izquierdistas, apristas y de Acción Popular, se produjo un golpe en Tacna por parte de su comandante general del Ejército, Francisco Morales Bermúdez. Pero pese a que Morales había prometido que ‘la línea trazada por Velasco no sería torcida’, lo cierto es que su llamada ‘segunda fase’ sirvió para que su gobierno desmantelara los llamados ‘excesos’ impulsados por el velasquismo. Asimismo, reprimió con la mano férrea de su ministro del Interior, Pedro Richter Prada, las protestas sindicales de los trabajadores que convocaron a un histórico paro nacional en 1977, que paralizó al país. Morales Bermúdez responsabilizó a los ‘agitadores de izquierda’ coludidos en una ‘conjura internacional extremista’.

EL PLAN CÓNDOR: En aquella época, países sureños vivían férreas dictaduras militares: Bolivia, con García Meza; Chile, con Augusto Pinochet; Argentina, con Jorge Rafael Videla; Uruguay, con Aparicio Méndez, y Paraguay, con Alfredo Stroessner. Según investigación del norteamericano John Dinges, dos años después del golpe de Pinochet al gobierno democrático de Salvador Allende, se reunieron en Santiago, convocados por la policía secreta chilena, la siniestra DINA, representantes militares de Bolivia, Argentina, Paraguay, Argentina y Uruguay, con el objetivo de colaboración y ejecución de acciones con asesinatos selectivos masivos a los opositores de sus dictaduras. A esa empresa escalofriante la denominaron ‘Plan Cóndor’ y sus tentáculos no tenían fronteras, pues los crímenes se sucedieron en América Latina, Estados Unidos y Europa. Entre sus víctimas más conocidas se encuentra el ministro de Allende, el general Carlos Prats, quien murió con su esposa al explotar su auto por una bomba en Buenos Aires.

EL CÓNDOR PANCHO: Morales Bermúdez juró que Perú nunca integró formalmente el ‘Plan Cóndor’; sin embargo, en mayo de 1978, trece políticos opositores peruanos fueron secuestrados y embarcados encapuchados en un avión militar hacia un cuartel argentino en Jujuy. Estuvieron presos y hubieran sido desaparecidos si no fuera por la intervención internacional, sobre todo de Francia, donde Ricardo Napurí Shapiro, uno de los secuestrados, tenía amigos en el parlamento, quienes intercedieron ante su presidente por los cautivos. Pero lo más terrible del plan sucedió en 1980, último año de mandato de Morales. Servicios combinados de militares argentinos y peruanos secuestraron a cuatro ciudadanos argentinos en Miraflores. Entre ellos, Noemí Gianotti. Los torturaron en la playa Hondable -según Dinges- y los embarcaron en un avión a un cuartel en Bolivia. Solo apareció el cadáver de la Gianotti, en un departamento en Madrid. Los cuerpos de los otros tres secuestrados nunca fueron encontrados. Por eso, el juez argentino Norberto Oyarbide pidió la extradición del expresidente peruano para que se le juzgue por secuestro y asesinato en Argentina. Pero la Justicia italiana ha juzgado en ausencia a los militares responsables del ‘Plan Cóndor’, entre ellos a Morales, y le han reafirmado la condena de cadena perpetua por la muerte de 20 ciudadanos italianos.

El exjefe de Estado tiene 98 años, pero eso no detiene a los italianos, que condenaron también a cadena perpetua a otro expresidente, el boliviano García Meza, pese a que este ya falleció. Es una larga lista de militares, la mayoría ancianos sentenciados por terribles crímenes perpetrados en esos años oscuros cuando murieron por terrorismo de Estado, según Amnistía Internacional, 50 mil personas, 40 mil desaparecieron y 400 mil fueron encarceladas. La justicia tarda, pero llega. Apago el televisor.

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC