Este Búho no es ajeno a lo que acontece fuera de nuestras fronteras. Por eso, miro horrorizado lo que viene sucediendo en , que ha sido tomado por los talibanes después de veinte años. Las imágenes de afganos intentando huir trepados a un avión son conmovedoras, pero también revela la desesperación por el oscuro futuro que le espera a una sociedad que no conoce la paz desde hace décadas.

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Mis jóvenes lectores me escriben pidiendo que les explique qué está ocurriendo en ese país que se ubica a más de 15 mil kilómetros del Perú: “Búho, cuéntanos ¿por qué en pleno siglo XXI las mujeres siguen siendo tratadas peor que objetos y castigadas con decapitaciones, lapidaciones y son obligadas a usar el burka (prenda que cubre el cuerpo y la cara por completo)?”.

Para entender a los talibanes debemos conocer primero su ideología, la que está basada en la ley islámica. La ley islámica, o la sharía, a su vez, está fundamentada o guiada por su libro sagrado: el Corán. Los talibanes hacen una interpretación extrema, radical, totalitaria, de la ley islámica, en la que el rol y los derechos de las mujeres son suprimidos.

Talibanes celebran su victoria tras la salida de EEUU de Afganistán

Con la huida de Ashraf Ghani, presidente de Afganistán, la toma de Kabul (capital del país) y el retiro de las tropas estadounidenses se ha declarado oficialmente instaurado el régimen talibán por segunda vez. Más de 85 mil combatientes se han asentado en uno de los territorios más ricos en litio y el panorama que se vislumbra es trágico para las mujeres y niñas, quienes hasta hace unos meses disfrutaban de libertades, derechos y protección, pero con la implantación de la ley islámica radical esta situación cambiará, al menos eso se espera si miramos el pasado.

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LOS TALIBANES EN EL PODER

Para ejemplificar, remontémonos a 1995, año en que los talibanes alcanzaron por primera vez el poder en Afganistán, antes de ser desplazados por las fuerzas armadas estadounidenses en 2001. Entonces impusieron sus leyes extremistas, que castigaban cualquier conducta ‘impropia’.

Ellas no podían trabajar, tampoco salir a la calle sin la compañía de un hombre y las niñas solo iban a las escuelas hasta los 10 años. Estaban prohibidas de tener sexo fuera del matrimonio. No podían usar maquillaje ni ser visibles desde la ventana, mucho menos practicar algún deporte. Tampoco mostrar alguna parte de su cuerpo.

Incumplir estas reglas era motivo de una paliza pública por parte de la policía religiosa. El adulterio se castigaba con lapidación. Los militares y poderosos arreglaban matrimonios con niñas de 12 años. Este contexto de invisibilización de las mujeres generaba violencia sexual que quedaba impune.

Sus leyes son tan estrictas que la radio, televisión y cine están prohibidos. A los ladrones les cercenan las manos y a los asesinos los ejecutan públicamente. En rueda de prensa, líderes talibanes han prometido que en su nuevo régimen se respetará la dignidad de las afganas, pero diversas activistas han contado que desde que los rebeldes tomaron su país empezaron a enlistar a mujeres de los 12 a 45 años para que se casen con los combatientes.

NIÑAS Y MUJERES CON MIEDO

“Las niñas tienen miedo, las mujeres tienen miedo, actualmente, todos tenemos miedo porque tememos que nos vuelvan a privar de nuestros derechos. Así que estoy muy preocupada por mis hermanas afganas y espero que no se les prive de sus derechos”, dijo recientemente la activista pakistaní y premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai.

A pesar de que el nuevo régimen talibán, comandado por el millonario Hibatullah Akhundzada, ha mostrado un tono conciliador, moderado y tolerante, pocos analistas consideran que sea cierto. Por su interpretación radical de la ley islámica, no demorarán mucho en imponer sus tradiciones cavernarias e intensificar vejámenes contra inocentes niñas y mujeres. Esos hombres de barbas largas, turbantes y túnicas hasta los tobillos, claman amor a Alá, pero a la vez cometen las más delirantes atrocidades. Apago el televisor.

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