Presidentes infieles

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En el chat más revelador, leemos que ambos quedan para verse en el hotel más lujoso de Cusco y ella le escribe: ‘Mi amor’, ‘mi rey’, ‘mi bebito’, ante lo que el moqueguano responde secamente: ‘Te quiero’. La verdad, no me sorprende que haya estado en estas situaciones, porque como sabemos el poder es afrodisiaco y eso hace que una dama con ambiciones vea al ‘Lagarto’ como si fuera Brad Pitt.

Aprovecho la ocasión para presentar algunos de los más celebres casos de infidelidades en políticos, como las de dos expresidentes norteamericanos, salvando las abismales distancias, que tienen algo en común con Vizcarra: John F. Kennedy y Bill Clinton.

JOHN F. KENNEDY: El carismático presidente asesinado en Dallas a los 46 años, tuvo como amante a la actriz más deseada de Hollywood: Marilyn Monroe. Era un secreto a voces en los círculos de la Casa Blanca. Incluso su esposa, la bella y distinguida Jackie, toleraba la infinidad de infidelidades de un marido débil ante el sexo femenino.

Pero la gota que derramó el vaso fue la ceremonia del cumpleaños numero 45 del mandatario, en aquella noche inolvidable donde Marilyn le cantó con voz sensual y susurrante: ‘Happy birthday, Mr. president’. Esa noche la primera dama reaccionó y le dio un ultimátum a su marido, amenazándolo con pedirle el divorcio y destruir la imagen de esposo leal y padre modelo de dos niños.

La amenaza surtió efecto y el presidente mandó emisarios para que le comuniquen a la actriz que terminaba una relación en la que, en el fondo, siempre primó más la pasión que el amor y, de parte de Marilyn, también la obsesión. Entre esos emisarios estuvo su hermano Robert ‘Bob’ Kennedy, quien también terminaría como amante de la rubia.

El Búho: Bill Clinton afrontó un juicio humillante. No por corrupción, sino por mujeriego

Dicen que Marilyn se negaba a ser relegada y amenazó con revelar ciertos secretos que conocía de los círculos del poder, porque la leyenda urbana sostenía que Kennedy la hacía ingresar y salir de la Casa Blanca por túneles secretos. Afirman que hasta la misma mafia le advirtió a Monroe que dejara tranquilo a Kennedy. La rubia recibió presiones de todos lados, pues un estudio de Hollywood le canceló su contrato. Misteriosamente, la actriz murió de una sobredosis de pastillas con la mano en el teléfono, sola en su departamento. ¿A quién quiso llamar? ¿Fue asesinato o suicidio?

BILL CLINTON: Era un mandatario con altos índices de popularidad. Hasta que el investigador independiente Kenneth Starr lanzó la más increíble acusación a un jefe de Estado norteamericano: tenía grabaciones de una jovencita becaria en la Casa Blanca que le contaba a una amiga, Linda Tripp, que ‘¡tenía relaciones sexuales con el presidente Clinton!’.

Lo que sucedió después fue de película. Monica Lewinsky, una gordita que no tenía la pinta de una modelo de ‘Playboy’, reveló que solo le ‘hacía sexo oral’ al mandatario en la Sala Oval de la Casa Blanca ¡y guardó una blusa donde explotó el líquido del ansioso mandatario más poderoso del planeta! La siniestra Tripp, la ‘mejor amiga’ de Monica, le dijo: ‘No laves la blusa, amiga, esa es la prueba’.

Por esa blusa, Bill Clinton afrontó un juicio humillante. No por corrupción, sino por mujeriego. Pero lo que no le perdonaron las feministas de Estados Unidos a la esposa engañada Hillary Clinton, entre ellas la gran actriz Susan Sarandon, es que la señora salió a defender a su esposo infiel y despotricó de una joven, como la Lewinsky que, de lejos, era un corderito ante el ‘lobazo’ de su esposo Bill. Apago el televisor.

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