Este ya no puede cerrar sus ojazos para dormir tranquilo porque en nuestra política siempre ocurren situaciones increíbles. Por eso, les presento mis acostumbrados ‘Piquitos’, tan fugaces como los besos que Brunellita le da a su ‘Chucky’ Acuña.

UN PRESIDENTE SIN LIDERAZGO. Este columnista se siente muy preocupado por el caos y la inestabilidad que reinan en los primeros cien días de gobierno de Pedro Castillo. Si vamos a seguir como hasta ahora, a la deriva, sin una ruta, no me quiero ni imaginar qué sucederá con el país en los siguientes cien días o en seis meses. Todo será un desastre, van a hundir al país. Mucha gente, incluso en la zona sur y en las áreas rurales, que mayoritariamente le dieron su voto en segunda vuelta, está arrepentida de haberlo hecho. Es evidente que se trata de un presidente ignorante, sin liderazgo y con poca capacidad de trabajo, que se esconde cuando las ‘papas queman’. Brilla por sus malas decisiones, por hacer subir el dólar cada vez que habla y los vergonzosos nombramientos que realiza en los ministerios.

GRAVE SEÑAL. El anuncio de la minera Antamina sobre la paralización de sus operaciones es un hecho grave cuyas consecuencias ya comenzamos a pagar todos, especialmente los ancashinos. Al día se generarían pérdidas de hasta catorce millones de dólares. Es de público conocimiento que Antamina es una compañía formal que paga impuestos y cumple con sus demás obligaciones, pero los bloqueos y protestas de miembros de la comunidad de Aquia, que se ubica en su área de influencia, ponen en peligro a sus trabajadores, maquinarias e instalaciones. Expertos en seguridad no descartan la presencia del Movadef en manifestaciones contra la minería, como en Ayacucho, donde fueron quemados y destruidos dos campamentos mineros. Mientras, el Gobierno hace poco o nada para dar las garantías necesarias. Las señales que estamos mandando al exterior tendrán un impacto negativo para futuras inversiones.

LE PICA EL OJO. Es lamentable que un ministro de Economía tenga ese tufillo de resentimiento y envidia cada vez que ve un carro de lujo circular por las calles de Lima. ‘Me pica el ojo y me hinca el hígado’, se le escapó a Pedro Francke. Cómo alguien con una mentalidad así puede conducir la política económica de una nación como el Perú, que lucha por dejar la pobreza, cuando los países prósperos buscan la riqueza. De lo que se trata es de igualar a todos en la prosperidad y no en la pobreza. Castillo y su gente, lamentablemente, no lo entienden porque se quedaron en los años setenta del siglo pasado. Como señaló el economista Jorge González Izquierdo en entrevista con Trome, China y Vietnam, siendo regímenes marxistas en lo político, practican un capitalismo de Estado porque reconocen que la única forma de aumentar el bienestar de su población es aplicar una economía de mercado abierta al mundo.

EL MINISTRO PARRANDERO. Es una cosa de locos que el ministro del Interior, en lugar de estar al frente de los operativos policiales contra las fiestas donde se propaga el asesino coronavirus, haga él en su casa un rumbón con invitados y música a todo volumen, para desesperación de sus vecinos. Pero qué se puede esperar de alguien como Barranzuela, que en su época de policía logró el penoso récord de haber recibido más de 150 sanciones. Y todavía ayer salió a decir ante la prensa, muy suelto de huesos, que se trató de una reunión de trabajo. En esa juerga estaba, entre otros, Guillermo Bermejo, el congresista de Perú Libre procesado por terrorismo para quien la fiscalía pide veinte años de prisión. A este bochinchero ‘padrastro de la patria’, el tipo que le cuida las espaldas lo agarró del cuello para meterlo al carro en el que escapó de la prensa. Penoso.

EL VOTO DE CONFIANZA. Pero no me extrañaría que el escándalo Barranzuela sea una jugarreta para sacarlo del camino y el jueves el Gabinete de Mirtha Vásquez logre el voto de confianza. Con todos sus demás cuestionados integrantes, como el ministro de Educación, Carlos Gallardo, quien tendría nexos con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso. Este señor apuesta por tirarse abajo la meritocracia, pues dijo que su sector ya alista una norma para que sean nombrados los profesores contratados que llevan años dando evaluaciones, sin éxito, para ingresar a la carrera pública magisterial. O sea, en lugar de mejorar la evaluación docente para que nuestros hijos tengan mejores profesores, busca eliminarla para que cualquiera les enseñe. Este Gobierno siempre busca lo peor.

Apago el televisor.

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