Este Búho escribe esta columna con justificada indignación. Vimos cómo un anunciado desborde del río llegó a la ciudad con una nula reacción de las autoridades, obligadas a hacer frente al fenómeno de ‘El Niño Costero’. Imaginé que el norte eran los montañosos valles, donde Noé construyó un arca para salvarse del diluvio. ¿Pero quién salvaba a los piuranos? Pareciera que el Perú está estancado en el siglo pasado. Ha comprado, con el sospechoso empeño de Ollanta, un satélite a Francia, pero parece que no sirve. Sin embargo, dos días antes ya se sabía que las lluvias, que no cesaban, iban a rebalsar el río e inundar toda la ciudad hasta más de metro y medio. Contra la madre naturaleza es inútil rebelarse.

Pero sí me rebelo contra la desidia, contra la indolencia de las autoridades de esas zonas azotadas por las lluvias, , inundaciones, avalanchas, ya que ‘El Niño Costero’ iba a llegar y causar gran destrucción. Inclusive, desde agosto del 2016, especialistas enviaron un detallado estudio sobre este fenómeno y se temía que iba a causar inundaciones en los principales ríos del norte e, incluso, se establecía cómo llegaría a la ciudad de Piura. Ocho meses después, el vaticinio de los expertos es exacto. 

¿Por qué las autoridades, a las que se les alcanzó el estudio, no iniciaron trabajos de prevención con los recursos que se les asignaron para la prevención de desastres? Se sabe que varios alcaldes destinaron estos recursos en otras obras más ‘proselitistas’ como ‘malecones’ para caminantes en la Costa Verde, estadios, monumentos u otras obras de impacto. Es triste ver el grado de destrucción ocasionado por el , en San Juan de Lurigancho, cuando el distrito más poblado de Lima tuvo en dos períodos a un alcalde que está condenado por apropiarse de ocho millones de soles de las arcas de la comuna. 

Nunca pensó en muros de contención o diques. Ese distrito gastó miles de miles de soles en ocho años organizando conciertos gratuitos de cumbia con las mejoras orquestas, mientras no había defensas para proteger las viviendas en caso de una crecida del río Huaycoloro. Ahora esos burgomaestres sin conciencia están enfrentando cargos penales.

El destacado penalista Luis Lamas Puccio asegura que los alcaldes que desviaron fondos destinados a la prevención de desastres, pueden ser sentenciados de cuatro a siete años de cárcel. Se mezclan delitos de peculado, cohecho y tráfico de influencias. Sabemos que en estos momentos lo más importante es asistir a los damnificados y rescatar a las personas aisladas. Pero ya llegará el momento de que los responsables paguen por desidia, por corrupción, ya que no hicieron nada por realizar obras de prevención de desastres en sus comunas. 

Este Búho piensa que ante la devastadora catástrofe de la ciudad de Piura, que inundó hasta su Plaza de Armas y su Catedral, el Estado ‘no se hizo sentir’ tal como pregonaban algunos ‘franeleros’. Y lo fundamento:

1.- Porque cuando se produjo la inundación no se envió al Ejército a resguardar las viviendas, pues los pobladores ante el temor de saqueo se resistieron a abandonar las mismas hasta bien entrada la noche

2.- Porque ante tamaña emergencia, el Ministerio de Defensa no sacó al Ejército para imponer el orden público ante los intentos de saqueo y robos, y solo lo hizo cuando el canal Latino alertó que iban a saquear un Tottus en Catacaos y recién enviaron dos camiones portatropas.

3.- Porque los canales de TV sirvieron mucho más que las Fuerzas Armadas al suministrar sus luces a los jóvenes rescatistas que no tenían ni linternas.

4.- Porque los valientes salvavidas de la policía rescataban a los damnificados ¡con cámaras de llanta! ¿Dónde estaban los botes de goma con motor de la Marina de Guerra que brillaron por su ausencia en la primera noche trágica? Apago el televisor.

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