Se necesitan más áreas verdes en Lima
Se necesitan más áreas verdes en Lima

Mi amigo Gary llegó al restaurante por un plato de arroz con pollo bien taipá y una jarra de agua de manzana heladita.

“María, Lima es un horno. Los periodistas que recorremos la cancha sufrimos en carne propia las inclemencias del clima, cuando hay mucho calor o demasiado frío. En este verano, en Lima, los termómetros están volando y en algunos distritos superan los 33 grados. Sin sombra, en medio de los carros, pistas y veredas ardiendo por el sol, la sensación de calor puede llegar a 35 grados.

Cuando buscamos una sombrita, qué mejor que la de un árbol. Con este clima, a quién no le gustaría ver más áreas verdes, plantas y flores en una ciudad llena de carros que queman gasolina y petróleo. A quién no le gustaría respirar un aire más puro en las calles. Quién no querría tener más árboles en las avenidas para refugiarse bajo su sombra. Las áreas verdes son muy importantes para una ciudad tan contaminada como Lima.

Ayudan a purificar el aire que respiramos y nos animan a salir de casa. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación afirma que un árbol maduro puede absorber hasta 150 kilos de dióxido de carbono al año y si está bien ubicado en grupo, puede enfriar el aire entre 2 y 8 grados Celsius. Sentir este aire fresco es muy beneficioso en esta época del año.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en las ciudades hay nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante, pero en Lima solo hay 3 metros. Es por esta carencia de vegetación que se siente mucho bochorno y respiramos todo el humo que botan los miles de vehículos.

Conociendo lo importante que son las áreas verdes para nuestra salud y tranquilidad, las autoridades deben preocuparse por crear más parques y jardines. Muchos de estos espacios están en mal estado, sin plantas, son pura tierra y se han convertido en guarida de gente de mal vivir. No debemos seguir así.

Las futuras generaciones serán las más perjudicadas por esta dejadez de las autoridades. Nosotros, los ciudadanos, también tenemos que poner nuestro granito de arena, hacer lo posible con conservar estos espacios, protegerlos, denunciar su abandono y exigir que otras personas no boten basura en las áreas verdes.

La poetisa Gioconda Belli le dedica un bello verso a los árboles: ‘Todo cambia y nada permanece. Y no habría belleza, ni danza, ni movimiento si las estaciones no alborotaran los colores y el follaje de los arboles no se desprendiera amarillo en el atardecer’. El planeta necesita más áreas verdes”. Tiene razón mi amigo Gary, las plantas son el pulmón de la ciudad. Me voy, cuídense.

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