Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudadito de pescado con arrocito blanco, rocoto y una manzanilla calientita. “María, parte del gravísimo problema de la inseguridad ciudadana en el Perú está en las cárceles. Desde esos lugares, muchos delincuentes planean y ejecutan extorsiones en la calle, ordenan asesinatos y hasta dirigen el traslado de toneladas de droga al extranjero. Además, para los presos con dinero son escenario de ‘fiestas romanas’, pues arman orgías con drogas, toda clase de tragos, llevan conocidos grupos musicales y meten prostitutas. Como si fuera poco, ¡tienen la llave de sus celdas!, que en realidad son suites, pues están amobladas a todo lujo, cuentan con aire acondicionado, televisores smart, equipos de sonido, alfombras, espejos, luces led, bares repletos de finos licores, ducha con terma y otras gollerías impensables en alguna cárcel de cualquier país civilizado. Lo que ocurre en nuestras prisiones solo es comparable a lo que sucedía en las cárceles de Colombia en las épocas de Pablo Escobar. se hizo, según las autoridades, porque los peligrosos delincuentes apodados ‘Bicho’ y ‘Cafecito’, señalados como los dos lugartenientes del condenado por narcotráfico Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, no querían ser trasladados a a prisiones de la sierra.

La policía señaló que tenían información de que estos dos sujetos mantenían activa a ‘Barrio King’, la poderosa y sanguinaria banda de ‘Caracol’, que mueve millones de dólares en la comercialización de droga. Al final, un reo muerto, que fue quemado vivo, y unos sesenta heridos fue el resultado de la reyerta. El caso del delincuente Luis Donaire Flores, de 25 años, alias ‘Pato Ciego’, es otro ejemplo de la podredumbre de nuestro sistema de justicia. Este sujeto, a quien los policías describen como un despiadado psicópata altamente peligroso, es acusado de seis asesinatos, entre ellos el de Wilbur Castillo. Estuvo preso solo dieciocho meses en Challapalca, pero en un fallo increíble, la Corte del Callao ¡le dio arresto domiciliario! Dejó la cárcel y se fue a su casa con toda tranquilidad. La Corte del Callao señaló que fue dejado libre porque la Fiscalía no pidió la ampliación de su encarcelamiento. La ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, hasta ahora no ha cambiado nada en los penales. La población exige medidas concretas contra la delincuencia. Debe hacerse cargo alguien que esté dispuesto a pelearse a muerte con la corrupción, que, por ejemplo, impide hasta ahora la instalación y funcionamiento de los bloqueadores de celulares en las prisiones. Estos lugares no pueden seguir así. La autoridad debe hacerse sentir, imponer disciplina”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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