Mi amigo Gary llegó por sus tallarines verdes con bastante albahaca y queso parmesano ralladito, su churrasco encima y una jarra de emoliente tibiecito. “María, la juventud es una etapa de especial importancia en la vida. Según la Organización de las Naciones Unidas, es la etapa que va de los 15 hasta los 25 años, pero eso es relativo, pues depende de varios factores. Desde que los hijos nacen, los padres siempre deben ser su sostén y guía. Pero si bien, durante la niñez de los hijos, la atención de papá y mamá se centra en la protección y la educación, es en la adolescencia y la juventud cuando deben, además, , reforzar su autoestima, tener una visión adecuada del mundo y enfrentar la vida con firmeza y seguridad. También para elegir los caminos correctos, resolver los problemas que se le presenten y tener independencia. Porque los padres son los grandes pilares que dan seguridad a los hijos para desarrollarse como personas. Aquí te dejo algunos consejos para saber encaminar bien a los hijos jóvenes.

- Los padres deben educar la voluntad de los hijos y sus sentimientos. Preparar a un hijo para la vida no es satisfacer todas sus voluntades y todos sus caprichos.

- Habla con tu hijo con calma y en el momento propicio. La cólera es nociva, nos lleva a decir palabras sin pensar y a actuar irreflexivamente.

- El secreto que un hijo confía al padre o a la madre debe ser como una piedra lanzada al mar. Sé siempre discreto; la confianza, una vez perdida, difícilmente se recupera.

 -La mejor escuela de la vida es el ejemplo de los padres. Los hijos precisan más de los ejemplos que las enseñanzas.

- La misión de los padres es orientar, esclarecer, amar, comprender, incentivar. Actuar así es darle la oportunidad a tu hijo para que se afirme en la vida.

- Tu hijo muchas veces está psicológicamente agobiado y siente la necesidad de desahogarse. Intenta captar lo que siente. Escúchalo con atención. Comparte sus problemas, dudas o angustias.

- Los padres deben saber escuchar en silencio. Deja que tu hijo se exprese. Tal vez se equivoque, pero si escuchamos, podemos encontrar muchas verdades entre los errores.

- Es bueno que les des consejos y recomendaciones, pero deben ser bien dosificados, con amor y bondad. De lo contrario, pueden aburrirlos y saturarlos. Da un consejo como una sugerencia y no como una imposición”.

Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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