Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un menestrón ‘levantamuertos’ con fideos canuto, carne de res suavecita y, para tomar, un emoliente al tiempo. “María, es absurda la muerte de la jovencita , asesinada cruelmente semanas después de cumplir 19 años. Recién comenzaba a vivir, pero uno o más monstruos la ahorcaron y arrojaron su cadáver medio desnudo al Malecón de San Bartolo. La joven y su hermana mayor se introdujeron en la subcultura ‘emo’, en la que comenzaron a relacionarse con otros jóvenes de apariencia y actitudes poco comunes, que los padres de ambas chicas no entendían. Allí Denisse conoció a su enamorado, Moisés Ñahui, de 22 años, un ‘emo’ y grafitero de Ventanilla. El padre de ella cuenta que la sentía extraña y no la veía feliz. La chica después conoció al licenciado del Ejército, Willian Chávez, de 23, con quien inició una relación. El militar y Ñahui, que se acusan mutuamente del crimen, son investigados por la policía. Los padres dicen que Denisse era una chica aplicada, que hasta hacía desfiles con sus propios diseños de ropa. ¿Qué pasó para que acabe de forma tan horrible? Los investigadores están convencidos de que la mató alguien a quien conocía muy bien, alguien en quien ella confiaba, pues cuando salió de su casa para ir a estudiar y trabajar, no llegó a su destino. Se encontró con alguien y lo acompañó. Fue la última vez que la vieron con vida. Su cadáver luego fue hallado en San Bartolo.

Hoy, los papás de esta pobre víctima lloran su muerte y piden justicia. Este desgarrador caso debe ser un recordatorio para las jóvenes de que no pueden confiar en nadie. Los padres tienen una enorme responsabilidad en el cuidado de sus hijos, con quienes deben establecer fuertes lazos de confianza con una comunicación fluida y respetuosa. Es primordial que establezcan límites a sus hijos, que hagan respetar horarios. Nada de amanecerse en fiestas ni de llegar a casa a cualquier hora. Pienso en algunas figuras de la televisión que, definitivamente, no son buen ejemplo. Como una cantante rubia de la televisión que tuvo una relación con un chico reality pero, cuando terminaron, no se demoró ni dos semanas para reemplazarlo con otro, con quien ahora se luce. Cambian de pareja tan rápido como de ropa. Igual el hombre, quien aparece con una y otra. Las relaciones amorosas no son un juego, son parte importante de la vida, y por eso no deben ser tomadas a la ligera, sino con seriedad. Una señorita, antes de aceptar a alguien como enamorado, debe conocerlo todo lo que pueda y para eso debe tomarse un tiempo. Si después lo acepta, debe respetar y exigir respeto. Y si luego terminan, no puede estar con otro de inmediato. Debe tomarse un tiempo. Lo más probable es que esa nueva relación acabe mal. Chicas, no corran. Respétense para que las respeten”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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