Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de res con frijoles, arroz blanco graneadito, salsa criolla y una jarrita de chicha morada al tiempo. “María, se acercan las fiestas de fin de año y aumentan los robos, estafas y asaltos. La policía acaba de capturar a un ciudadano búlgaro que ponía cámaras en cajeros automáticos para obtener sus claves y vaciar las tarjetas. El detenido pertenecería a una banda internacional, que viaja a distintos países de América Latina y tiene equipos sofisticados. También están los , que ingresan a agencias bancarias y merodean por los cajeros automáticos, esperando a que alguna persona retire una regular cantidad de dinero. Cuando ubican a una víctima, la siguen en uno o más vehículos y la asaltan en el camino o llegando a su destino. Emplean armas de fuego y van decididos a todo. A estos indeseables no les tiembla la mano para disparar contra niños y mujeres. Por eso, es preferible sacar poco dinero y utilizar cheques de gerencia. Hay que evitar, además, sacar dinero de los cajeros automáticos por las noches y de lugares poco concurridos.

Asimismo, los ‘robacasas’ se vuelven más activos por estas épocas. Vigilan las viviendas y el movimiento de sus ocupantes, para ingresar y cargar con todo cuando la casa se queda sola. Sin embargo, muchas bandas ahora prefieren meterse cuando están los ocupantes, para obligarlos a golpes a entregar el dinero escondido. Son tan avezados que lo hacen hasta de día y se pueden quedar una hora o más, sin miedo a ser atrapados. Las personas que manejan vehículos también deben estar alertas y fijarse si son seguidas. Es recomendable que cambien de ruta y de horarios. En todo caso, si se es víctima de los delincuentes, hay que conservar la calma y no resistirse al atraco. Debemos tener presente que lo único que importa es salir con vida del trance. Los malhechores están esperando cualquier motivo para disparar. También hay que tener cuidado con las estafas telefónicas, pues se hacen pasar por algún familiar que necesita ayuda o hasta por policías, que solicitan una coima para no meter a un familiar a la cárcel, tras haberlo descubierto ‘con drogas’ o cometiendo otro delito. Este tipo de delincuentes busca sobre todo a personas mayores. Los pueden engañar con el clásico cuento de los devengados. ‘Usted tiene 50 mil soles para cobrar, pero el plazo se vence hoy. Para que no pierda su dinero, debe depositar un porcentaje del monto, 5 mil soles, al número de cuenta que le voy a dar’. Muchas personas caen redonditas. Hay que estar alertas”. Pucha, qué miedo. Me voy, cuídense.

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