Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sus ricos pallares con su arroz graneadito y una cojinovita frita encima. También se pidió una jarrita de limonada frozen. “María, me encontré con mi amigo, el legendario periodista de Policiales, ‘El Sonámbulo’. Estaba tecleando vestido con su clásico gabán negro y su cigarrillo en la boca. ‘Gary, te dije que el asesinato de ese muchacho, el estudiante de música e inglés era muy sospechoso. 

La versión del secuestro de Luis Ramírez al salir de su casa no era muy verosímil. Nadie en su barrio de Magdalena había visto que lo hubieran subido a la fuerza a un auto. Pero que hubo secuestro, sí lo hubo. El chico estaba adscrito a una aplicación de Internet, ‘Tinder’, donde uno puede buscar pareja, enamorada, novia, ‘trampa’, o lo que sea. Es a nivel mundial. Hay muchos países que alertan y se han unido en cooperación para capturar a asesinos y pedófilos que han cometido fechorías al utilizar esa aplicación. El Perú todavía no ha firmado este convenio que integran muchos países.

Luis Ramírez conoció a Ana Carranza a través de esta aplicación. Ni bien se citaron, en , se fueron a un hotel. Según ella, él nunca más quiso verla, le ‘tiró roche’. La muchacha le guardó mucho rencor y un año después se hizo enamorada de un vecino medio raro: Aníbal Chalco. Ella le dijo que Luis ‘se había burlado de ella’ y juntos planearon secuestrarlo y darle su merecido. La muchacha contó, con total sangre fría, que citó al joven en ‘Metro’ para tener relaciones. Él llegó y lo llevó a su casa. Allí, Chalco lo atacó, profiriéndole un profundo corte. ‘Le di duro con la espada y salía mucha sangre. 

Al toque por el calor se coagulaba, parecía gelatina y yo la limpié y la escurrí’, le contaba a los policías con total sangre fría. Como si se tratase de quitarle las patas a un ‘chanchito’ o a un grillo y no a un ser humano. A su vez, Ana dijo que amarraron a Luis Ramírez: ‘Me senté encima y con la soga lo ahorqué con todas mis fuerzas, enseguida puse música y diez minutos después lo volví a ahorcar, pero ya estaba muerto’. Los curtidos policías de Homicidios están desconcertados. Nunca habían visto a dos asesinos de esta calaña. 

Después manifestaron que Chalco fue al mercado a comprar una bolsa grande. Allí él se metió a la bolsa, para comprobar que cabía un ser humano. Estos psicópatas actuaban sin ningún tipo de remordimiento. Mandaron fotos a la madre de Luis Ramírez y pidieron veinte mil soles, a pesar que Luis ya estaba muerto. Les enviaron mil quinientos. Ellos se fueron al frente de ‘Metro’ y sacaron cuatrocientos soles. ‘De allí nos fuimos a comer pollito a la brasa’, dijo la asesina. Es una verdadera psicópata y deben darle a ella y a su cómplice cadena perpetua. Fue un secuestro y posterior crimen con torturas a un chico sano que no les hizo daño’”. Pucha, qué terrible historia. Me voy, cuídense.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC