El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un pollito a la olla con frejoles, arrocito blanco y rocotito molido. Para calmar la sed, se pidió una jarrita de chicha morada heladita. “María, me vino a buscar a la Redacción mi amigo Cigarrito, el veterano periodista de Política que era muy amigo del gran cronista de Policiales y escritor, Jorge ‘Negro’ Salazar, autor del memorable libro ‘La medianoche del japonés’. ‘Gary, me impactó la cruel muerte del colega

Cómo me gustaría que estuviera vivo mi hermano ‘Negro’ Salazar. Él me llevaba a un chifita en el jirón Paruro, no tenía cartel y la puerta siempre estaba cerrada, solo entraban conocidos para degustar manjares a base de pescadito y pato. Mi amigo era recibido con honores. Allí, cada noche me relataba los crímenes más sonados de Lima. Cigarrito, me decía, todo lo relacionado con el ‘Monstruo de Armendáriz’ es un misterio. Corría el año 1954. 

Lima solo tenía medio millón de habitantes. Lo que hoy es la ‘Bajada de Armendáriz’ era una quebrada inhóspita donde moraba gente de malvivir en covachas. Allí vivía Jorge Villanueva Torres de 35 años. Un negro que de niño había sido ‘pájaro frutero’ en Surquillo y de joven ladrón de billeteras en los tranvías que surcaban Lima y ya había pisado la cárcel de ‘El Sexto’, que se encontraba en el centro de Lima.

Era un hombre de malvivir que habitaba en esa zona oscura y salía a robar. El 9 de diciembre de ese año hubo un hallazgo espeluznante: Un niño de tres años y medio, que vivía en la calle Atahualpa, en Miraflores, fue encontrado muerto, boca abajo. Con solo esa visión la policía le dijo a los periodistas que un ‘anormal’ lo había violado y asesinado. La prensa se dedicó a buscar a un tipo moreno, de baja estatura, que según un turronero de Miraflores le vendió una ‘melcocha’ a ese sujeto, que se lo entregó al niño. 

Fue allí donde la policía ubicó a Villanueva en una covacha de Surco Viejo. En la Prefectura lo molieron a golpes, según denunció su abogado, el político aprista Carlos Enrique Melgar. ‘Fue torturado’, dijo. Pero ya la prensa lo había bautizado como ‘El monstruo de Armendáriz’. Pero lo más inaudito es que el protocolo de autopsia arrojó que no hubo violación. Después de tres años de juicio, el abogado Melgar logró que se retire los cargos de violación, pero no el de homicidio. 

La presión popular fue impresionante. Lima pedía la muerte del ‘monstruo’. Para Manuel Jesús Orbegoso, periodista de ‘El Comercio’, a Villanueva se le ‘juzgó más por negro, vago, ladrón, que por asesinar a un niño’. Murió fusilado en ‘El Frontón’. En 1977 se filmó ‘Muerte al amanecer’, de Francisco Lombardi, sobre el polémico caso’”. Pucha, María, mi amigo Jorge Salazar era un capo. Justo ahora que se produjo , recuerdo con cariño a Jorge Salazar. Ese señor Cigarrito fue un gran periodista, pero por su mala cabeza no guardó pan para mayo. Me voy, cuídense.

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